"Y el beso se hizo carne, y habitó entre nosotros" Juan 1:14 (bis)
Siento contradecir
a nihilistas, punkis epígonos y demás impostores
de la nada, pero sólo el futuro es real.
Es verdad: lo que quedó atrás ocurrió, pero
ha extraviado su materialidad.
Quizá solamente
podamos percibir la consecuencia de su acontecer, que reclama presencia hoy y jura promesa mañana.
Porque el consuelo de la historia es el vestigio de su protagonismo, la impronta grabada del tiempo que pervive más allá de lo que le fue reservado gracias a la trascendencia de sus actos.
Y es que el
recuerdo no alivia. Es más, la memoria y
las imágenes que alimentan nuestra nostalgia
no consiguen más que hurgar en la impotencia de una restauración y constatar la caducidad de lo acaecido, la imposibilidad de una
reencarnación de los espacios, las palabras y los gestos de aquellos días gloriosos; el sabor, el aroma y el tacto conjugados en la ternura
de un primer beso.
Uno persiste,
invoca y evoca; ruega una vuelta al ayer, la restitución de la
materia, el viaje milagroso que le
transfiera a los lugares donde sucedieron
aquellos segundos cruciales para comprobar que nada ha cambiado.
Y es cierto,
nada ha cambiado, excepto que los árboles son más frondosos y más viejos, la piedra
es más oscura y el invierno ya no respira
la niebla que velaba los bancos.
Así
que quedan pocas opciones.
Una es hallar el verbo que insinúe la levedad exquisita de aquel instante, fundador de
tanta vicisitud.
Otra es confiar en el
futuro como única posibilidad creadora, encomendar
y disponer en el altar de lo porvenir nuestras ilusiones y nuestro amor, el único lugar donde día tras día se reproduce con plenas garantías el milagro restablecido de nuestro
primer beso.
3 comentarios:
El recuerdo no alivia ni ayuda a olvidar.
El futuro no existe.
El presente es lo que se debe apreciar.
Alejandro Magno dijo a Diógenes: "Pídeme lo que quieras", a lo que este contestó, mientras tomaba el sol en una plaza ateniense:"aparta y no me quites el sol".
Ester
Hola Ester
Sobre las dos afirmaciones que haces de modo tan rotundo habría que discutir largo y tendido "en un futuro", porque el presente ya pasó.
En cuanto a Alejandro Magno y Diógenes, vaya conversaciones que se traían... y Europa por hacer ;) ¿Qué hizo finalmente Alejandro?
¡Salud!
Discuto cuando quieras.
No sé qué hizo Álex pero sí sé lo que hacía y decía Diógenes el perro.
Salud!
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