Quería empezar
escribiendo que ayer pensaba en la pasada noche de fin de año, pero no me convence la idea, porque intuyo que un inicio así, tan lejos de la
actualidad, tan descolgado en el pretérito, no puede deparar más que algún que
otro recuerdo, y lo que yo quiero es olvidarme para siempre de dos mil quince, de sus
mentiras, de sus mediocridades, de sus traiciones y de sus ausencias, sobre
todo de las ausencias, porque dentro de nada llegará el día en el que la madrugada
me invadirá con la primera conmemoración
de una muerte que presumí imposible; porque el consuelo de una buena muerte no evita
un profundo vacío que se ha instalado a lo largo de los días, furtivamente, dentro, en algún rincón de mi cuerpo todavía sin identificar y que me ha provocado
un peso triste que arrastro desde hace
algunos meses, sin llegar a comprender qué diablos es lo que me está ocurriendo.
Por eso, cuando
subrepticiamente me conquista el dolor de la privación de tener a alguien a
quien necesitaba ver durante todos los días de mi vida y percibo una carga de desasosiego sobre el
alma que nunca antes había soportado, lo único que ambiciono es la soledad de mi nostalgia, degustar lejos
de los hombres el sabor amargo de mi
pesadumbre y salvar esta pena solitaria en una mirada azul al cielo de invierno,
donde poder vislumbrar recuerdos de infancia
y crear sobre el vacío del aire la presencia añorada, la figura de aquel a quien creía
eterno.
9 comentarios:
Ánimo y fuerza.
Un abrazo, Ester
Hope someone how takes care of me....
Absolutamente sincera tu entrada. Un abrazo muy fuerte
¡Gracias!
Espero que el tiempo mitigue un poco ese gran dolor. Un abrazo.
Parece, según dicen, que el tiempo apacigua la pena, pero no es capaz de borrar la nostalgia porque nada puede contra los recuerdos
Un abrazo, Babe
Preciosa y sincera entrada.
Un abrazo.
Una abrazo, Antonio
No sé quién dijo que la vida, en vez de darte cosas, te las quita.(gran verdad y gran putada)
Por muy en avanzada edad que lleguen las ausencias de nuestros seres queridos, siempre lo hacen pronto.
Sientes la necesidad de su contacto, de sus risas, de sus comentarios...
Sin intención de frivolizar, yo lo comparo a "dejar de fumar" los primeros días te subes por las paredes, los meses siguientes te pones la mano en el bolsillo de la camisa cada dos por tres, y cuando han pasado años, te acuerdas sin olvidar.
Un abrazo muy fuerte.
¡¡Muchas gracias Joeller18 !!
Un abrazo
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