Me pongo enfermo.
Cada vez que leo o escucho datos sobre la prevalencia de algún tipo de enfermedad
en España me pongo enfermo. Después de realizar una exhaustiva tarea de
investigación y recopilación de datos entre asociaciones de pacientes, plataformas médicas, y farmacéuticas, he
llegado a la conclusión de que más de la mitad de la población española sufre una enfermedad
grave, crónica o difícil de curar. Veamos si no.
En nuestro país 250.000
personas padecen hepatitis; 5.3 millones,
diabetes; 4 millones, artrosis; 1 millón, alguna enfermedad mental; 2,4
millones, depresión; 145.000, SIDA. Un millón
de jóvenes padece alguna alteración mental. Se producen 5 millones de
hospitalizaciones anuales por enfermedades coronarias. 4 millones de personas
padecen alguna dolencia renal. Cada año se diagnostican 250.000 tumores
cancerosos y más de 3 millones de españoles padecen una enfermedad rara...
Insisto, estos
datos no me los he inventado. Deben ser ciertos. De modo y manera que
realizando una sencilla suma, concluimos que cerca de 22 millones de españoles están enfermos.
Ahora bien, si contabilizásemos también los casos de gripes, anginas, resfriados, conjuntivitis,
presbicia, miopía, otitis, afecciones alérgicas, fascitis plantar (el espolón
me tiene harto), eccemas, hongos, disfunciones eréctiles, sequedades vaginales y otras, obtendríamos
el alarmante y sorprendente porcentaje de un 80% de españoles padeciendo
alguna enfermedad, y a la luz de las cifras, algunos pobres desdichados dos, o incluso tres.
Habría que añadir
a este sucinto informe -no por ello carente de rigor- los cerca de 8 millones
de personas enfermas que votan al PP sabiendo que es una organización mafiosa; los casi 2 millones
de catalanes enfermos que votaron a un partido que les mintió y que les robó, o el 30% del electorado enfermo, que
cree que Ciudadanos y el cuñado Albert Rivera solucionarás sus problemas.
De
manera que, añadiendo estas cifras de enfermos
a la lista, alcanzaríamos la bonita cifra de 40 millones de españoles
padeciendo dolencias graves, crónicas o difíciles de curar.
Efectivamente, tenemos un país
enfermo.
2 comentarios:
Ni más ni menos. Redondo.
Abrazos desde las puertas de Thanhauser, Roy
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