miércoles, 25 de julio de 2007

El boomerang


Esto quizá sea lo último que publique elpobrecitohabladordelsigloXXI antes de las vacaciones, a no ser que disponga de algún lugar donde conectar su IP durante todo el mes de agosto. De todos modos, MJL me dice que os diga que la experiencia está siendo tan mala que volverá en septiembre, que para eso es un romántico y que no puede dejar de sufrir y de admirar su mueca de dolor literario en este espejo. Pero antes me ha encargado (Perdón, no me he presentado. Soy JLM, su albacea literario. Yo le repito una y mil veces que soy su agente, pero él se empeña en llamarme albacea) decía que me ha encargado que les cuente una historia que es muy de su gusto. Él está hoy muy ocupado escogiendo sus camisas de lino blanco, impoluto, planchaditas con raya en las dos mangas. Tienen que ser comprensivos y disculparle: le he comentado inmurables veces que sus cosas no le interesan a nadie, pero él se empeña en creer que esto es como en el siglo XIX y que todo el mundo está pendiente de sus neuras. De cualquier modo, sea como fuere, mi fidelidad a mis clientes se antepone a cualquier otra cuestión.

Me cuenta MJL que tiene un amigo en Valencia al que le han regalado un boomerang. Por lo visto salió al descampado más próximo (!! todavía quedan descampados en Valencia!!) y lo lanzó al viento, al espacio abierto, al cielo azul valenciano. Eso ocurrió ayer. Hoy todavía está esperando que el boomerang vuelva a su mano, como un perrito bien adiestrado que devuelve el palito que le ha lanzado su dueño. Pero los boomerangs no son como los perritos; un boomerang es un artilugio peligroso y rebelde (tanto da) que decide emanciparse y volar a su libre albedrío en determidas épocas del año, sobre todo en verano, porque sabe perfectamente que, si vuelve, le espera septiembre, el cielo gris, el viento frío, la ciudad, el trajín, y, finalmente, la estantería, en el mejor de los casos, o el cuarto de los trastos. Así es que, amigo (los amigos de mis amigos son mis amigos), no busques más tu boomergan. Lo lanzaste en la peor de las épocas, o en la mejor, según des del punto de vista en que se mire. Tu boomerang está disfrutando ahora mismo de cálidas temperaturas, de la luz del Mediterráneo, del canto de los grillos, o del rocío de las mañanas en cualquier montaña cercana o lejana ( ¿a qué me suena eso?).

Porque los boomerang ya no son lo que eran, ya no vienen a este mundo para matar, vienen para lo que venimos todos, para volar. Ocurre que nosotros todavía no nos hemos enterado y volveremos, como cada año, en septiembre, al cuarto de los trastos.


Vuelvo mañana
(como un dócil y anticuado boomerang )

No hay comentarios: