martes, 4 de septiembre de 2007

Ahora es el momento (Para Sergio)

Hace unos días finalicé la lectura de una novela de la que siempre voy a acordarme. Una novela escrita en primera persona narrada por un adolescente de 17 años ( de los de antes. Esto de la edad y las etapas de la vida es como las pesetas) que descubre el mundo, se descubre a sí mismo, rompe con todo y se dispone a buscar qué hay más allá de la burbuja de miedo que le proteje y le ahoga. Hasta aquí nada que pueda resultar novedoso.

Porque a primera vista todo parece más que conocido en "Ahora es el momento", del americano Tom Spanbauer. Cuando compré el libro estuve a punto de no hacerlo pues la contracubierta explicaba más o menos lo que ya he explicado. Aún así lo hice porque la novela no estaba retractilada, sellada con plástico (siempre desconfío de algo que me venden y no veo), y pude hojear las primeras páginas. Me llamó la etención un estilo y una forma muy directa, con frases cortas, evitando rodeos y perífrasis inútiles: justo como contaría algo una persona a punto de cumplir los 18. (Más adelante explicaré - porque luego caí en la cuenta - el secreto de esta manera de escribir, la clave de todo)


Finalmente, el 16 de Agosto de 2007, en el área de servicio "Tudela" de la autopista en la que viajaba precisamente de vuelta al recuerdo, a mi adolescencia ( maravilloso azar), compré "Ahora es el momento" de Tom Spanbauer, nacido en Idaho en 1946; cuatro novelas publicadas, esta es la última, cuya primera edición es del año 2006. Si hacemos cuentas vemos que Tom no es precisamente un adolescente. Un autor puede ponerse en la piel de un niño, de un viejo, de una mujer (si es un hombre) o de un hombre (si es una mujer), incluso haste de un muerto (¡ qué me van a contar!), pero ponerse en el pellejo granuloso, impertinente, introvertido, maleducado, tosco, cerrado, hermético, inseguro, gregario, individualista, rebelde, curioso, pendenciero, cobarde, valiente, vanidoso, inexperto de un adolescente de finales de los 60's tiene cojones. Y es que lo que le sale a Spanbauer a sus 60 años no es una novela de chico que se enfada con sus padres y se va de casa a descubrir el mundo mientras aprende a fumar.


A mí, la novela "Ahora es el momento" me ha entrado en las tripas a través de uno de los recursos más antiguos que se conocen: utilización de frases simples (sintácticamente, quiero decir), uso de epítetos que se repiten una y otra vez para identificar, recordar o referenciar sentimientos espacios, personas y situaciones y , finalmente, disparo al corazón, a las entrañas del lector cuando la situación lo merece, cuando es necesario hacerlo para cargar de sentido, de tema, todo lo que se explica: pura Edad Media, el secreto del cantar, de la epopeya, del romance. Yo, hombre de corta memoria, sería capaz ahora mismo de describir una por una las situaciones en las que vive y se maneja el propio Rig John en primera persona tal y como pudieron hacer también los habitantes que vivieron en las Castillas del siglo XII con las andanzas del Cid y que pudieron escuchar el Cantar . (¡Qué vínculos tan extraños.!).

Más allá de todo esto, que ahora que lo pienso tampoco tiene ningún interés, la novela me succionó como la boca del mismísimo George Serano, otro de sus personajes principales. Leía y leía y veía en muchas páginas (o creía ver), escenas, tópicos, lugares comunes de la iconografía "american way life" que ha llenado el mundo de la mano de personajes interpretados por Jeames Dean, Marlon Barndo, Dustin Hoffman y hasta el mismísimo John Travolta. Familias de paletos granjeros con hijos puberes saliendo del cascarón enfrentándose al peligroso matón de barrio o de la High School , todo ello aderezado con los chocantes tupés sesenteros, porros hippies y títulos de canciones míticas interpretadas por Jimmy Hendrix o Elvis Presley pasando por los Beatles o Simon and Gartfunkel.

Pero están Rig John, narrador y protagonista, Billie Cody, el indio George Serano y su abuela Aquee, el señor y la señora Kleusner, los mexicanos Acho y Flaco, la señora Cody, Jhon Lardino y la pesadilla de Chuck... que existen, viven, respiran, que juegan cada uno su papel en el circo de la vida que se planta, esta vez, en Pocatello (Idaho). El mundo es Pocatello y ellos son sus únicos habitantes, que nos enseñan los valores de lo mejor y lo peor; que nos muestran sin tapujos qué es el AMOR, el ODIO, la AMISTAD, el COMPROMISO, la VIOLENCIA, la HIPOCRESIA, lo AUTENTICO en palabras de la misma Billie Cody. Y sobre todo y ante todo el miedo al miedo y a sus gestores y el valor que se necesita para enfrentarse a ellos, para superarlo, para decidir y descubrir y ejercer, libremente, por ejemplo la propia sexualidad.
Por tanto, lo mismo da que estos personajes desarrollen su vida en Pocatello o en Tudela. Lo que "Ahora es el momento" nos cuenta es universal y aunque la accion esté instalada a finales de los 60, esta historia es muy oportuna para los tiempos que corren.

Y es que, hoy, todo lo que somos (para bien y para mal) se esconde bajo una apariencia de absoluta corrección y de hipócrita asepsia, bajo una alfombra de formalidad mentirosa que escamotea los conflictos hondos y profundos, que amaga y camufla lo que el hombre es capaz de hacer (para bien y para mal) y que le cambia de nombre a las cosas para desdibujar su realidad.
"Ahora es el momento" viaja 40 años atrás en busca de los valores de la rebelión, de la valentía y de la verdad y Tom Spanbauer nos los brinda de la manera más sincera y efectiva que se puede hacer trayéndolos de vuelta en el tiempo. Este libro, hoy, es una auténtica provocación, una patada en el estómago en contra de lo establecido, ahora, en pleno siglo XXI.

Sergio: te va a gustar
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Vuelvo mañana

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