martes, 31 de marzo de 2015

La mierda y las moscas


Dos millones y medio de personas, mayores de edad, y en pleno uso de sus facultades, han votado en Andalucía a dos partidos políticos que durante años -tanto en esa región como en el resto de España- han cometido robo, prevaricación, tráfico de influencias, usurpación de bienes públicos, falsedad documental, financiación ilegal, clientelismo y, a la vista de los resultados, lo que te rondaré, morena.
Dos millones y medio de andaluces y andaluzas, mayores de edad, y en pleno uso de sus facultades, han regalado su confianza, a sabiendas,  a dos organizaciones políticas  que han delinquido repetida e insistentemente, desde la base hasta sus más altas instancias, haciendo de la corrupción su modo de gestión habitual, a costa del erario público y del dinero ajeno.
Dos millones y medio de andaluces y andaluzas, en pleno uso de sus facultades, conocedoras de las más retorcidas, sofisticadas e imaginativas prácticas criminales, cometidas justo hasta antes de ayer por aquellos a  los que han votado al amparo del aforamiento y de la honorabilidad que otorga la representación de la soberanía popular, han vuelto a introducir  en la sacrosanta urna de la democracia una papeleta de voto ilustrada con el logotipo de esas mismas dos organizaciones políticas que, repetida e insistentemente, y a la luz del día, defienden los intereses de quienes les están pagando a día de hoy suculentas comisiones, y de quienes, en el futuro, recibirán  jugosas nóminas por sentarse en los sillones de los consejos de administración de las empresas más poderosas.
Dos millones y medio de andaluces y andaluzas, en pleno uso de su facultades, después de padecer y asistir durante la última legislatura a uno de los periodos de la historia de nuestro país en el que el latrocinio,  la mentira, la miseria, el paro y la desesperación, promovidos y propiciados por el gobierno de los dos partidos políticos mayoritarios, han vuelto a decidir democráticamente, en libertad, en paz, sin condicionante alguno, que quienes ocupen las mayor parte de los escaños del parlamento que legislará su futuro y el de sus hijos serán precisamente esos dos mismos partidos que permiten que les echen de sus casas, que les roben camas de sus hospitales, que despidan a sus maestros, que no puedan encender la calefacción, que tengan que pasar medio año fuera de sus casas malviviendo en habitaciones de servicio a base de latas de conserva, sirviendo cerveza y gambas a la plancha en las costas catalana y mallorquina a los alemanes que nos exigen austeridad.
Muy  probablemente, dentro de muy pocos meses, casi tres millones  de catalanes, en pleno uso de su facultades, votarán a partidos políticos que, igual que Andalucía, han hecho del estupro, del envilecimiento y del saqueo práctica habitual tanto en Cataluña como en el resto de España, alguno de ellos, al amparo de una lengua, una bandera, obteniendo provecho del sentimiento identitario,  mientras legislan a golpe de decreto para destruir camas hospitalarias, cerrar ambulatorios, despedir a maestros, cerrar colegios, robar el sueldo a los funcionarios, y poner en bandeja de plata a las grandes corporaciones empresariales y sus familiares y amigos el suculento bocado de todo aquello que compone el estado del bienestar, el patrimonio de su país, al que tanto dicen amar.
Y muy probablemente, cualquier día del mes de noviembre de este mismo año, asistiremos impertérritos  al asombroso y patético espectáculo que consistirá en  ver como  algo más de diez millones de españoles y españolas  se vestirán, cambiarán sus zapatillas de andar por casa por sus zapatos, saldrán a la calle, pasearán ufanos hasta su colegio electoral, y en un acto incomprensible, de sumisión, miedo y cobardía,  introducirán en la urna de la soberanía popular el mismo voto que durante años y años ha permitido el crimen organizado a su costa y la impunidad de quienes desde los atriles, las plazas y la tertulias les piden su confianza, nuevamente, mientras engordan y hacen engordar el peso de inimaginables cuentas bancarias a salvo de cualquier contingencia.
Votemos sin demora,  moscas compatriotas: el futuro nos aguarda.

18 comentarios:

Juan Nadie dijo...

Lo siento, no tengo vocación de mosca, ni siquiera de mosca cojonera. La mierda me la sirven a mi pesar, yo no la busco.

Paco Castillo dijo...

Esto clamaba Etienne de la Boétie en 1548 (Discurso de la servidumbre voluntaria) :

"Lo que (el tirano) tiene más que vosotros son los medios que le dais para que os anule. ¿De dónde saca los ojos que os espían, si no es de vosotros? ¿Cómo tiene tantas manos para golpearos, si no le prestáis las vuestras? Los pies con los que pisotea las poblaciones, ¿no son los vuestros? ¿Tiene sobre vosotros algún poder que no provenga de vosotros mismos? ¿Cómo se atrevería a robaros si no fuera porque se lo consentís?

¿Hemos cambiado en algo?
Un saludo.

ESTER dijo...

¿Incultura? ¿Anarquía?

Ester

El Pobrecito Hablador del siglo XXI dijo...

Ya Juan, yo tampoco. Yo siempre veo la 2 y nunca Salvame. No sé si me explico. La cosa es que más de 10 millones de españoles votarán a dos partidos cuyo modo habitual de gestión es la corrupción.
Gracias por pasar Juan
Salud!

El Pobrecito Hablador del siglo XXI dijo...

Qué cita tan oportuna, certera y lúcida Paco ! Pocas cosas cambian en la historia en relación al ejercicio del poder. Quizás solamente las formas.
Gracias por tu aportación y por pasarte por aquí.
Salud!

El Pobrecito Hablador del siglo XXI dijo...

Miedo, cobardía,adocenamiento,irresponsabilidad...
Ojalá viviésemos en una sociedad anárquica Ester. No les necesitamos.La anarquía, pese a lo que puedas pensar, es la forma de gobierno ideal, porque es el no gobierno,la inexistencia del poder. Pero mucho me temo que estamos muy lejos de eso.
Abrazos

´´ dijo...

Bueno ya, pero es que no son extraterrestres los políticos, ni siquiera los hemos importado. Ahora salen muchos partidos pero salen de la misma población.

Juan Nadie dijo...

Yo no veo ni siquiera la 2, Hablador, porque al segundo león del maravilloso documental ya me he quedado dormido.

HOSTAL MI LOLI dijo...

Espero que en vez de votar-volar como moscas, lo hagamos como palomas de paz y libertad. Un abrazo.

El Pobrecito Hablador del siglo XXI dijo...

Claro Francis, pero los que no formamos parte de ninguna lista,podríamos dejar de apoyar, al menos, a aquellas organizaciones políticas que se han comportado insistentemente como bandas de mafiosos, por muy ciudadanos que sean.
Salud!!

El Pobrecito Hablador del siglo XXI dijo...

Jajajaja. A mi me pasa igual Juan

´´ dijo...

Yo voto escons en blanc hace tiempo.

El Pobrecito Hablador del siglo XXI dijo...

Bueno Loli, la paz,sobre todo. Y estando en paz, por qué no ambicionar también un poco de valentía para apostar por otras propuestas o, si me apuras, para no votar a nadie y dejar bien patente que no necesitamos a nadie, y menos a quienes representan intereses que no son los del pueblo.
Salud!!

El Pobrecito Hablador del siglo XXI dijo...

Esa creo que va a ser también mi opción en las próximas 3 elecciones Francis. En Cataluña todo está ocupado por la patriotería rampante.

Babe dijo...

No tenemos remedio...¿nos lo mereceremos?

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

No nos lo merecemos Babe. Nadie se merece esto. Sin embargo, ¿hacia donde dirigir la reflexión?

Babe dijo...

A que por una vez hay que ser asertivos y votar si miedo. Un saludo y a por ellos que son pocos y cobardes, ricos,mezquinos y corruptos, pero muy cobardes. :)

Babe dijo...

A que por una vez hay que ser asertivos y votar si miedo. Un saludo y a por ellos que son pocos y cobardes, ricos,mezquinos y corruptos, pero muy cobardes. :)