miércoles, 15 de junio de 2011

Pasión y muerte de Epicuro




He vuelto a ver, por última vez, al penitente:

Harto de arrastar su culpa, decidió rematar el ágape con un licor que bebió deleitado. Mientras gozaba del sabor del último trago se le abalanzó, oportuna, la memoria completa de su dulce vida en pecado y, al evocar la historia rebelde de sus placeres, no pudo reprimir la sonrisa a la que se enfrentó el único médico que había en la sala, quien no hizo más que certificar -con gesto profesional de conmiseración previsible- la muerte del viejo obeso en el morboso centro del círculo humano.


4 comentarios:

Joeller18 dijo...

Requiescat in pace.

ESTER dijo...

La muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando existe la muerte, ya no existo yo.(Epicuro de Samos)

Y que me quiten lo "bailao"!


Un abrazo NENA

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Lo has 'clavao', Nena
Un abrazo, Joeller

Anónimo dijo...

Siempre el "morboso centro del círculo humano", ¿verdad?

Salud!