miércoles, 19 de mayo de 2010

Todo empieza en Grecia


Los Humanistas nos enseñaron que todo empezó en Grecia. Para ilustrarnos este hecho nos decían que éramos como enanos a hombros de gigantes. Yo, que me eduqué con los curas escolapios, no dejé de escuchar en el colegio, un día tras otro, el origen helénico de las excelencias seminales de nuestra civilización. Sangre sudé en la traducción de los clásicos. Aunque no tardé mucho en darme cuenta de que los curas nos habían escamoteado información útil y muy interesante en aquellos inicios del XIX, como por ejemplo el origen de la palabra "democracia", compuesta por dêmos, que significa ‘pueblo’, y kratéö, que significa ‘yo gobierno’. Gracias a mi proverbial perspicacia deduje que ni a la Santa Madre Iglesia ni al poder terrenal que dirigía el destino de los españoles le convenía lo más mínimo que supiésemos de esta y de más palabras que en Francia se habían puesto tan de moda unos años antes a mi nacimiento “¡¡Bastante hemos tenido con La Pepa!!”, nos dijo el Hermano Eustaquio un mañana, en pleno Trienio Liberal, cuando mi compañero de pupitre levantó el dedo y preguntó el origen de la palabra ‘libre’; palabra de la que -gracias al gran Corominas- sabemos que deriva de latín 'líber' y de ahí ‘librar’, o sea, expedir una orden de pago. “Su pregunta no ha lugar, señorito Ramírez. Y Sigamos con Aristófanes, que no es la hora del Latín”, concluyó con severidad el Hermano Eustaquio.


Estos últimos días recordaba aquellos lejanos años imberbes al escuchar y leer por doquier cuestiones y palabras relacionadas con la economía, que muy al contrario de lo que ingenuamente pensábamos Ramírez y yo, es lo que dirige los destinos de nuestras vidas. Y me llegan aquellos recuerdos porque me ocurre, igual que entonces, que no acabo de entender el significado de lo que cuentan economistas, intelectuales, políticos y periodistas. De manera que, tal y como me enseñaron mis maestros, he confiado a los sabios de la Grecia antigua la antorcha de luz que alumbrará mis dudas. Y me he llevado una notable decepción. Por poner un ejemplo: La gran palabra del momento, “mercados”, a la que el mundo entero mira, nombra, mima, teme,escucha, sufre y odia sin que nadie sepa todavía qué nombres y apellidos hay detrás de ella, no procede del griego. Su origen es latino. Significaba comerciar, traficar. Allá por el año 1.200 empezó a designar la acción de adquirir algo; también negocio; y a partir de 1495 nombraba a los lugares públicos destinados al comercio. Ahora, en este siglo XXI, habría que incluir una nueva acepción. Propongo “persona o personas que juegan con los gobiernos y con la soberanía popular, empobreciendo a su antojo, para lucro propio, por poder o por simple vanidad, a la mayoría de la población”.

Otra: “capital”. Esta tampoco procede de Grecia. Es una de las palabras más latinas. Deriva de ‘caput’, que significaba cabeza. No se empezó a utilizar, tal y como la conocemos, hasta 1832, y será casualidad, pero ese es el mismo año en que yo empecé a publicar mi Pobrecito Hablador. Así que esta palabra tienen más que ver conmigo que con el mismísimo Karl Marx, o que con el preclaro y nunca bien ponderado Adam Smith, al que – según dicen las lenguas santas- un día de estos van a canonizar. De esta palabra, claro, derivan capitalismo y capitalista. El diccionario de la RAE define capitalismo como “el régimen económico fundado en el predominio del capital como elemento de producción creador de riqueza”. ¡Eso es arte y salero a la hora de definir, y no la etimología de San Isidoro .!

Esta de la que voy a hablar a continuación me gusta especialmente: “especular”. Tampoco proviene del griego. Nació en Roma y sus tatarabuelas son ‘spectare’, que designaba el acto de mirar y contemplar, y ‘speculari’, que señalaba, ni más ni menos, que un puesto de observación. Estas voces siguieron la larga historia de las palabras hasta que el año 1440 se utiliza por primera vez ‘especulación’. Pero un par de años antes, en 1438, alguien ya utilizó el verbo ‘especular’, en el sentido de acechar, de modo que por muchos años y siglos que hayan pasado hasta nuestros días, supondría una lógica semántica aplastante que la definición actual de la palabra se retrotrajese a su origen gótico, por más que la RAE la defina hoy día en una de sus acepciones haciendo uso del término 'esperanza'.

Pero la reina, la que más me gusta, la que me eriza la piel e incluso me provoca alguna erección es “bolsa”, porque, esta sí, proviene del griego. Parece ser, (según el gran Corominas) que los helenos llamaban 'býrsa' a un recipiente tejido en cuero, a lo que hoy podríamos llamar un odre. De Grecia pasó a los romanos como 'bursa' pero, debido a la torpeza balbuciente de nuestro romance primigenio, no se nos daba nada bien pronunciar la r y la s unidas, e hicimos de nuestra capa un sayo y convertimos ese grupo rs en una l. Con todos estos datos aprobamos el examen de Historia de la Lengua. Ahora bien, si queremos ir para nota, deberemos saber lo más gracioso: que en Brujas, uno de los centros de la banca europea por los años 1560 y pico, vivía la familia Van der Burse, en cuya casa se reunían los mercaderes venecianos. De ahí proviene la acepción actual de lugar o casa de contratación. Aunque, si se me permite, después de este ímprobo esfuerzo a través de la procelosa historia de los orígenes de la terminología que hoy dirige nuestros destinos, yo propondría como definición de bolsa, directamente, “lugar desde donde se acecha a las economías del mundo y de las personas, desde donde se producen y se propician, en interés de unos pocos, las riquezas más vergonzosas y las pobrezas más hirientes que en el mundo han sido, con el beneplácito de gobiernos y de gran parte de la población”.

El Hermano Eustaquio estaría orgulloso de mí. No he perdido el toque. Nos lo hicieron pasar mal pero salíamos del colegio sabiendo gramática parda. Ahora, con la distancia que ofrecen los siglos, pienso que al pobre fraile no le quedaba más remedio que decir lo que decía, porque se jugaba la hoguera y la escudella. Incluso creo que hoy hubiésemos estado de acuerdo en casi todo. Seguramente que en un ambiente distendido, con unas cervecitas de por medio, observando y comentando la actualidad de este año, me hubiese vuelto a decir: "No lo dude señorito. Como está usted viendo, todo empieza en Grecia."

Vuelvo mañana

36 comentarios:

Anónimo dijo...

Los griegos entonces son nuestros padres,a nivel cultural,y de que les ha servido? estan peor que nosotros mendigando ayudas,y ahora el hijo España,ayudando al padre o a la madre que nos parió,culturalmente hablando. No entiendo nada.dv

Eastriver dijo...

Etimológicamente pues, temblemos (más).

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Anónim@ dv
Los griegos han iniciado una lucha. No mendigan. O quizá lo hacen igual que cuando tu fuiste a pedir una hipoteca. No sé si sabes que España ha tenido que pedir un préstamo a la gran banca internacional para aportar su parte del préstamo a los griegos. Es el colmo.

¿Estamos ante el mayo griego? Es posible que en Grecia Europa haya emepezado a despertar del sueño del capital

¡Salud!

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Ramon
Pueden pasar dos cosas: que sigamos con el tembleque, por los siglos de los siglos, los de siempre; o que las tiriteras pasen a los que tienen ahora el poder económico, o sea, el poder. En Grecia ha empezado algo. Estudiantes+trabajadores...
¡Salud!

Belén dijo...

Mariano, dejame jugar con tus palabras:

"El mercado de capitales especula en las bolsas de nuestras ¿democracias?..."

"El negocio de los cabezas ¿pensantes? acecha y otea sin dar-nos esperanzas..."

"El ¿gobierno? de nuestros pueblos ha hecho caput en las casas de contratación..."

"Los especuladores (¿sin "especulo" en el que mirarse?) trafican con nuestras almas..."

¿Dónde acabará ésto?
Salud

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

¡¡Qué bueno Belen!! genial. El juego que haces es injusto, porque el que pierde, de momento, siempre es el mismo, y la verdad, aburre jugar y perder siempre. Como decía aquel, ganar deber ser la hostia.
A ver si llega el día en el que ganemos otros, que somos más. Esperemos que algun día acabe en esto.
La única opción para que eso ocurra es cambiar de juego, de tablero, y poner nosotros las reglas... Todo se andará.
¡salud Belen!

Belén dijo...

Eso dicen Mariano; GANAR!!, debe ser la releche. No en vano la famosa "erótica" del poder no debe ser metafórica, sino más bien LITERAL.. y claro, entiendo que enganche.

En mi caso, la palabra "jugar" como te habrás dado cuenta, no era más que otro "recurso estilístico" en esto del lenguaje. Besotes

Anónimo dijo...

Interesante experimento etimológico. Ahora bien, creo que no podemos olvidar que todo este juego se maneja con anglicismos, al menos en lo que se manifiesta en la superficie. ¿Quién se atreve con el análisis de los hedge funds, warrants, defaults, etc.? Ésta es una crisis manejada en inglés desde epicentros anglosajones. Claro que parece que somos los mediterráneos los más afectados. Ergo, ¿hay alguien que pretende cargarse el modus vivendi de esta zona? Dicen que tenemos que ser "más competitivos", ¿más? ¿Quieren bajarnos más aún nuestros míseros sueldos? Esto confirma mi teoría acerca de que España, y parece ser que otros tantos, es el cagadero de Europa. Estoy muy enfadada Mariano José; un día de estos hago lo que tú en otro tiempo.
¡Salud!

Anónimo dijo...

Trabajadores y estudiantes en la calle igual a policias pegando hostias y a balas que se escapan. Creo que Ataúlfa tiene razón,la clave está en presionar con dinero o con el no dinero a los bancos y con las huelgas.dv

Margaret dijo...

Genial Pobrecito. Ojalá el germen griego se extienda. Personalmente no tengo mucha fe en el hombre a la hora de reclamar lo que es suyo: sin más.
Últimamente el tópico de "que paren el mundo, que me bajo" se ha apoderado de mi. Me parece que estoy las 24 horas del día bajo el objetivo de la cámara indiscreta. lo malo es que no hay nadie al final que me diga: tranqui, es una broma....

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Ataúlfa ¿te vas ir de parranda nocturna? ¿te vas presentar a diputada por Ávila? ¿te vas a buscar un amante?... Todo eso vale, pero lo otro no vale la pena, que te vas a perder el cambio. Después mira lo que pasa, vagando por ahí el alma en pena.

Efectivamente, tienes toda la razón con lo del inglés. La globalización del capitalismo habla inglés. Me mercaré el diccionario etimológico de John Mckorominas.

¡salud!

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Anónim@ dv
¿Y después qué.? Porque imagino que habrá que enmarcarlo todo en un objectivo de gran alcance. O salimos así, sin más, nos dan cuatro hostias, nos matan a media docena, salimos en los papeles, y hasta la próxima, a esperar que el ciclo cambie, a que se recupere el mercado laboral, a que todos nos empachemos de nuevo con las mieles del sistema, a que nos endeudemos hasta las cejas, a que pidamos préstamos hasta para ier de camping, a poder comprarnos un 4x4 siendo manobras...

¡Salud!

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Margaret,
Qué bueno verte de nuevo por aquí
No es ninguna broma. Aunque creo que tu lo sabes. Esto va muy en serio. Quienes siempre ganan no juegan, y mucho menos bromean. La frase parece una paradoja, pero contiene todas las esencias de lo que acontece.
No podemos bajarnos. Tenemos que buscar y encontrar la manera de que gire al revés, de cambiar el eje.
¡Salud Margaret!

Anónimo dijo...

Cierto es, querido amigo, lo otro no vale la pena, pero hay veces...Nada que hay que seguir teniendo curiosidad. Yo siempre decía que quería participar en un momento histórico, pues mira, aquí lo tenemos.
Por lo que comentáis, es cierto que hay que planear bien las cosas. La crisis griega, que es la nuestra pero más despendolada, así como las crisis anteriores vividas en los años precedentes en Latinoamérica - pongamos como ejemplo Argentina 2001-, muestran claramente que si se sale a la calle así sin más, nos van a zurrar de lo lindo, a sacarnos unas cuantas fotos para enmarcarlas en un cuadro de control y chau se acabó la jugada. De hecho, es una jugada planeada. Están tensando tanto la cuerda que espran que salgamos todos a mogollón, pero no, no va por ahí. Porque claro ellos dan y algunos responden y ya estamos otra vez con que siempre hay dos partes de violencia, porque la suya (la del Estado, la del poder en general) nunca es violencia en sí según "ellos". Mi idea es la de resistir guardando el dinero como antaño, gastar lo mínimo y planificar. De momento eso, más adelante todavía no lo sé muy bien, pero ahí os digo ¿qué hacemos?

Salud y saludos!

Anónimo dijo...

Una propuesta (sin pretensiones como vereis)a la pregunta de Ataúlfa es comprar menos, comprar productos de empresas que no se hayan comido las multinacionales (por ejemplo La Fageda, por ejemplo Comerç Just) y hacerlo en tiendas pequeñitas así el dinero(y el poder)en lugar de subir para arriba y alimentar a los peces gordos se reparte un poco más por abajo o por el medio. !Salud! Glòria.

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Gloria, la propuesta está bien, pero sigue estando en la lógica del sistema. Creo que tenemos que ser valientes y aceptar lo que todo el mundo sabe: que el sistema social basado en la compra-venta, en el comercio y en la propiedad es perverso y desemboca, en un momento o en otro, en desiguladad e injustica.
¡Salud!

Anónimo dijo...

Pero no te parece que la perversidad está en el sistema porque, por lo menos en parte, está en nosotros? Me parece que ya no creo en grandes revoluciones, generación tras generación perpetuamos todo lo bueno y todo lo malo (aunque no te gusten estos sustantivos, je je) que llevamos en germen. !Salud Hablador¡

Anónimo dijo...

El comentario anterior es de Glòria. Se me olvidó dejar el nombre.

Marcelino dijo...

Me resulta curioso cuando se habla de proteger al "mediano" en vez de al "gordo", según apunta Gloria. Como currante que soy y con el sueldo que tengo, me va de maravilla que exista un Carrefour o un Mercadona. Necesito comprar al mejor precio posible. ¿dónde está la diferencia entre el pequeño burgés y el potentado? ¿acaso el pq burgés ha hecho algo alguna vez por los trabajadores? ¿dar trabajo? ¿quién da más, el colmado Ramírez o Carrefour?. Qué sí, que estoy de acuerdo, que los grandes imperios son una porquería, pero al final, al final, siempre estamos los mismos en los mismos lugares. Recordáis la entrada anterior del Pobrecito? Por favor, repasar la primera hoja del Manifiesto. Los mismos, en diferentes épocas, en los mismos lugares, insisto.
Abrazos a tod@s.

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Gloria, Marcelino, es muy interesante lo que decís porque forma parte de la contradicción perpetua en la que vivimos todos, y la constata.
Si las contradicciones se tratan adecuadamente se avanza. Si no, se producen espirales sin fin.

Los mismos, en los mismos lugares, a través de la Historia. Es verdad. Y es verdad que nuestra naturaleza es ambiciosa, que somos depredadores, y que no hay ser en la tierra que tenga, como nosotros, la capacidad brutal de transformar el entorno. Quizá algun día, sepamos encauzar toda esa capacidad intelectual para poder vivir mejor, en una sociedad justa.

¡salud!
Me lo paso muy bien con tod@s vosotr@s. Gracias por aparecer por aquí.

PACO GÓMEZ dijo...

Demasiados escrúpulos como para seguir caminando por caminos donde acechan nuevos caballeros medievales hacinando muertos en nombre de la mediocridad.
Saludos
paco

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Paco, me alegro de ver tu rostro reflexivo por esta que es tu casa.
Tu comentario es ambiguo, expresamente ambiguo, como lo es la poesía.
Si acechar lo escribes como sinónimo de especular creo que entiendo algo del sentido de lo que dices. Pero mediocridad... siendo una de las características humanas de esta gentuza que nos jode la vida, no es la que mejor les define. ¿no? A no ser que te refieras a otros caballeros medievales.

¡Salud Paco!

Anónimo dijo...

Me gusta el comentario de Paco, en realidad ¿qué hay peor que un hombre, un ser, normal?

¡Salud a todos! Por una parte me dais esperanzas.

Ana Rodríguez Fischer dijo...

¡Siempre das en el clavo, Hablador!
La foto, por cierto, es de una belleza inquietante (una erizada espera...)
A.

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Ataulfa
Nunca las pierdas. Somos más
¡Salud!

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Ana
Así es. Parece que todo esté a la espectativa, todo dispuesto para el asalto, para el cambio, todo en una calma tensa, espectante, rabia contenida que puede transformarse en revuelta y en cambio. A ver...

¡Salud!

Carlos dijo...

Y Sócrates se ha levantado de su milenaria tumba para vocear en el ágora ¡Condenadlos al ostracismo!

Isabel Martínez Barquero dijo...

Bravo, Mariano.
Inspirado estuviste.
Salud,

Ms. Frutos dijo...

Hace unas tres semanas, era un jueves sobre las cuatro y media de la tarde, me encaminaba a una de mis clases por el downtown neoyorquino. Cuando me acercaba a esa callecita tan pequeña, pero tan relevante en nuestras vidas, Wall Street, me llamó la atención la cantidad de canales televisivos, cámaras, reporteros y el nerviosismo que se respiraba. Aquí pasa algo gordo pensé y a pesar de que ya llegaba tarde, me quedé contemplando el espectáculo. En ese momento tuve la sensación de que “la gran crisis” había comenzado, justo en ese momento. Después me enteré, era el día en que la situación griega hizo caer las bolsas en picado por unas horas.
Sí creo que algo está pasando y que algo gordo se avecina, pero también creo que a lo mejor a ellos les conviene provocar este miedo e incertidumbre en la población por alguna oscura razón. Que las cosas no son porque sí, y después de haber leído La doctrina del shock de Naomi Klein, estoy convencida de que cuando logren meternos el miedo en el cuerpo, cuando estén seguros de que no vamos a poder reaccionar, entonces aplicarán la doctrina del shock. Sigo creyendo lo mismo, es contra la clase trabajadora.

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Carlos, sí desde Grecia, siempre, como decía el Manifiesto C. Patricios y Plebeyos... ES la Historia de la humanidad. Pero hay otra Historia, otras Historias de rebelión, de cambio, que casi nadie conoce, porque al poder no le interesa que sepamos que podemos cambiar. Un par de buenos libros para conocerlas: "El Secreto de España" de Juan Marichal, ". "Europa ante el Espejo", de Josep Fontana

¡Salud Amigo!

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Isabel, ya he visto que has vuelto a bloguear. ¡Me alegro mucho! Te seguiré visitando
¡Salud!

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

MS Frutos, es muy interesante lo que explicas, y muy atractiva la manera en la que lo explicas. Estoy absolutamente de acuerdo con todo lo que dices.

Perdona el atrevimiento, pero te voy a pedir una cosa. Que además de seguir con tu blog del Insti en donde trabajas, crees uno en el que nos expliques cada semana, o cuando a ti te apetezca (claro)cómo respira el personal en la capital del mundo capitalista.
Bueno, perdona, pero es que lo has explicado tan bien que me quedo con ganas de una crónica semanal.

¡Salud!

Ms. Frutos dijo...

Gracias por tu consejo. Quizás algún día lo haga, me da miedo y también un poco de pereza.
Un abrazo

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Lo del miedo tiene remedio. ¡Pero ay la pereza!. La cantidad de ideas que he dejado por el camino por la pereza. Te entiendo perfectamente
¡Salud!

Anónimo dijo...

Hola Pobrecito Hablador del s.XXI
Creo que a ti te tira más el comunismo, pero igual sientes curiosidad por otras opciones políticas. Creo que esta de interesará. www.inclusivedemocracy.org
Se trata de un sistema de democracia directa creada por Takis Fotopoulos que personalmente me convence bastante.

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Gracias Anónim@. Leeré con interés lo que propone Fotopoulos.
¡Salud!