domingo, 14 de febrero de 2010

Sol de invierno


El lugar donde vivo es húmedo. Aquí el frío se mete hasta los huesos y no hay ropa que nos meta en calor. Sin embargo, muy de vez en cuando, la climatología nos regala un día seco y limpio, en el que el horizonte dibuja al detalle los contornos de la lejanía que casi siempre aparecen borrosos, como sometidos a un enfoque beodo tras una permanente borrachera colectiva. Es el caso de la mañana de hoy, en la que el sol brilla pleno y el cielo lo es por sí mismo, libre de la trampa de la bruma, y azulea el día en armonía con la luz clara de invierno que nos concede por fin el privilegio de sentir el frío cortante en el rostro, el escozor helado en la punta de la nariz y la lágrima tímida tiritando al borde del ojo, que mantenemos semiabierto porque no está acostumbrado a un sol de hielo azul como el del amanecer de hoy. Aun así, o precisamente por eso, da gusto pasear por la calle. De ahí que hoy el café en el bar haya sido breve. Me lo he tomado en el tiempo justo que he leído un nuevo capítulo de la infamia y la felonía que el poder, en sus muy diversas formas (y en las concretas del narcotráfico y del fascismo nacional e internacional) está cometiendo con el juez Garzón, con el apoyo de todo el grupo PRISA y de aquellos a los que el ínclito Felipe González llamó en los buenos tiempo la ‘Prensa Canallesca’. O sea, que todos los grandes medios de comunicación españoles y todos los opinadores de lo divino y de lo humano están encantados con que el héroe ibseniano de nuestro tiempo sea lapidado y vilipendiado con el argumento grotesco, inconsistente, e infantil de que quiere ser un juez estrella, de que quiere sobresalir entre los demás y de que lo único que persigue, en su afán por poner en la balanza ciega de la justicia a los grandes delincuentes contemporáneos, es fama y notoriedad. Y aunque cualquier persona con un bajo sentido común – ya no digo inteligencia- sabe que de lo que se trata es de desactivar de una vez y para siempre al que se ha convertido en el azote del ladrón, del tramposo y del criminal de altos vuelos, la verdad es que en España no nos hace falta argüir más que eso, pues como todos sabemos, la causa más que suficiente para poner al más pintado de rodillas sobre el cadalso es ser más guapo, ser más valiente, ser más trabajador, ser excelente, y siéndolo, poner en evidencia la mediocridad general, la cobardía colectiva y la corrupción del poder que como meada de perro se huele en dos de cada tres esquinas por las que caminamos.


Entre el placer y el dolor hay siempre un delgado límite. A las dos horas de pasear mi íntima y vana solidaridad para con el Doctor Stockmann de nuestro siglo, entre el brillo claro y helado de la mañana de hoy, al final he decidido meterme en casa porque ha habido un momento en que tenía la sensación de que mi boca empezaba a esbozar la mueca irónica con la que perece el congelado; una sonrisa inclinada, tétrica, negra, de despedida del mundo inquietantemente amable. Al llegar he puesto a calentar un poco de agua para hacer té y mientras esperaba a que hirviese me he quedado mirando fijamente la puerta del frigorífico, decorada a lo largo de mi tercera vida con personajes, imágenes, recuerdos, pasiones, héroes y algunos objetos intrascendentes como lo es la misma existencia: mariposas de colores chillones, molinos holandeses, un colibrí, un escudo de Praga, una matrushka rusa, la rosa de los vientos, una chapa con el dibujo Don Qujiote y Sancho Panza, un pez inverosímil, un gigantesco escarabajo, una tarjeta del pub barcelonés 'Les gens que j’aime', en donde una enorme pitonisa, entunicada con vivos colores, lee las cartas por un gin tonic. La mano de Chillida, la izquierda: la derecha se la ató a la espalda cuando empezaba a crear porque creía que aquello no podía ser tan fácil. Boris Karlof interpretado por Frankenstein (sí, he escrito Boris Karlof interpretado por Frankestein). Una caricatura de Julio Cortázar fumando, dibujada por Loredano, al lado del gran Ramiro Pinilla, tocado por la sempiterna boina, y por la gracia de las musas. (A los dos les sobrevuela una libélula y un colibrí). Las gárgolas de Notre Dame, El peine del viento, la Liebre de Durero, una autorretrato de Toulouse Lautrec pintando sobre un banquete, de espaldas. El escudo de Amsterdam. King Kong batiéndose bravo contra la incipiente U.S. Air Force. “Te nos has revelado y qué solos estamos”: las primeras palabras en lengua vasca, las primeras del romanticismo universal. El Endurance y Ernest Shackleton. El colosal y magnífico Moisés de Miguel Ángel, más vivo que su propio creador. 'A la orilla del mar', de Romaine Brooks, que me mira fijamente cada día, contra el viento, bajo la capa de la que surge, misteriosa, una mano afilada. 'Luz que agoniza' con Charles Boyer, Joseph Cotten e Ingrid Bergman. Villa Gordiani, en Roma. El perrito y el gramófono de 'La voz de su amo'. La torre Eiffel. El rostro sereno, sabio, abierto, limpio, siempre hermoso, de Walt Whitman. Alpargatas 'La Mariposa'. Flan 'Chino Mandarín'. La tarjeta del restaurante donde mejor hacen las alcachofas a la brasa. La referencia de un libro que jamás he comprado. Dos marquitas rojas con manchas negras. La imagen de un espectro descendiendo (o subiendo) por la escalera de una mansión: hace años escribí que era Georgi vagando por Maipú 994. El teléfono del Círculo de Lectores. El teléfono de la “deixalleria muncipal, del fontanero y del electricista de guardia. Un sobre de azúcar de los que dan en los bares. Un casa con un pájaro de cuco. Un calendario de 2008, un osito de peluche y una regadera metálica decorada con un sol sonriente. Y ya no cabe nada más. Seguramente, dentro de poco, este paisaje cambiará, porque el frigorífico está hecho unos zorros. Por el ruido que hace la puerta al abrirse da la sensación de que la sujetasen las bisagras oxidadas de un castillo rumano. Pero da igual, cuando se instale la nueva, a los pocos días, la puerta se llenará nuevamente de caras, personajes, frases, recuerdos y objetos. En realidad, ahora que lo pienso, mi nevera es como el sol de invierno, luminosa por fuera y fría por dentro. En la próxima, el primer rostro recortado que coloque será el del Juez Baltasar Garzón. Tengo que acordarme de comprar un buen imán.


Vuelvo mañana

21 comentarios:

Mercedes Pinto dijo...

Gracias por hablarnos de tus mañanas, de tu entorno y de las cosas que importan en tu vida, que suelen estar pegadas a la puerta del frigorífico.
Saludos.

Anónimo dijo...

Hola Hablador
Pues siempre me ha gustado la puerta del frigorífico limpia, sin ningún papel ni imán. Y eso que tiendo al desorden, me gusta los discos y libros amontonados, pero la cocina siempre limpia. Manías de cada uno.
Lo de Garzón, que quieres que te diga. No sigo mucho el caso, pero, como tú dices, tiene muchos enemigos y poderosos para vivir tranquilo. En cierta manera se veía venir que algo así le pasaría. Yo, personalmente, me alegré bastante cuando metió en la cárcel al alcalde de Santa Coloma y unos cuantos compinches de CiU. Por Cataluña montó mucho revuelo su actuación. Yo creo que esos políticos corruptos se lo merecían y Garzón tenía que haber seguido con unos cuantos alcaldes más que seguro que hay aunque nos quieran hacer creer que no es así. Pero los enemigos del juez son gente poderosa, y ya se sabe, tarde o temprano se iban a vengar. De todas formas, por todo lo que ha hecho hasta ahora yo le estoy agradecido.

Ana Rodríguez Fischer dijo...

Hombre... no creo que al grupo Prisa se le pueda meter en este endiablado belén, del que está dando cuenta con pelos y señales y prestando su espacio a un posible contraproceso, reproduciendo textos y decantaciones y...
Por lo demás, el invierno es maravilloso!

mariajesusparadela dijo...

¡Qué nevera más cálida!. Si en la siguiente pones a Garzón, será, en justicia, más cálida todavía.

Anónimo dijo...

No me lo puedo creer. Nunca me hubiera imaginado una nevera con tanto recorte y tantas mariposas,más que escritor pareces coleccionista de mariposas y algo necrofílico, hay una foto que asusta ,de una mujer de blanco bajando las escaleras. En cuanto a Garzón ,después de ver su conducta y leer su libro autobiográfico,me gusta y lo veo muy valiente,sabe mucho y necesita muchos guardaespaldas porque sabe demasiado. En el libro suyo, decía que los políticos por buenos y honrados que sean ,llega un momento que no pueden hacer más que lo que les deja el poder que les supera y está oculto,en las altas esferas desconocidas para el ciudadano de a pie y para los políticos en general. Deja entrever que hay un poder ,llámese CIA ,o X que controla y maneja a los políticos (presidentes,etc)y los tiene pillados por los cojones.

Dilaida dijo...

Mi nevera le pasa como la tuya, también está poblada de recuerdos, pero voy hacer un sitio para una foto del juez Garzón.
Bicos

Eastriver dijo...

El grupo PRISA no se aguanta ya. Son tantas cosas... Dentro de nada van a pedir el voto para Rajoy, ya verás. Créeme, lee Público, está mejor. (Menos el Babelia cuando sale Ana, claro, que la amistad va primero). Otra cosa: tema Garzón, te doy toda la razón y más. A mí no me ha gustado todo lo que ha hecho, todo no. Pero ni de mis mejores amigos me gusta todo, así que salvo en general y la intención. Y a Garzón lo salvo. Me gusta con la memoria histórica, que ya está bien de tanto ofendido desmemoriado. Me gustó a rabiar con el capullo de Pinochet. Con el GAL lo encontré fuera de lugar y me sonó a rabieta. Con el tema ETA no opino, porque pienso que ahí se limitó a cumplir las leyes, de forma contundente si se quiere. Y con los casos de corrupción francamente muy bien. Necesitamos a Garzón. Aunque algunas cosas no sean exactamente de nuestro agrado. O es Garzón o son los otros. Es decir, o es Garzón o es el silencio y la no justicia.

Tema nevera: lo de Matalasseria Fornells me ha llegado al alma. Lo de las mariquitas, sinceramente no hacen para ti (creo, me parece...). Praha, adelante. Amsterdam, adelante. El mandarín, me remite a Marsé, que es uno de mis novelistas preferidos, así que bravo. Y con el cine adelante también. (Los corazoncitos, dignos de un teen enamorado, me muestran que en esta tercera vida sigues siendo un romántico, cosa que ya sabía). En total; que pa'lante siempre. Con o sin nevera. (Y espero que con Garzón)

Eastriver dijo...

Y ojalá que de Millet se hubiera ocupado Garzón. Hubiera ocurrido lo que pasó con Bartolo y con el otro: pena de telediario, que yo estoy a favor, sinceramente, porque a un ladrón descomunal qué menos que verlo con las manillas puestas... es como aflojarte el cinturón con el que te ahogan todo el rato. Si de Millet se hubiera ocupado Garzón estoy convencido que hoy estaría a buen recaudo y no tomando chocolatitos en pastelerías caras. Pero de Millet se ocuparon los Mossos, es decir, los de aquí, y ay!, que con Millet aquí muchos tienen tela que esconder.

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Las neveras son miradas, momentos, caracteres, confesiones, trayectoria... Son más eso que simples y prácticos electrodomésticos

Lo del grupo PRISA es de vergüenza ajena. La campaña antiGarzón es notoria y descarada. Editoriales, tertulias, chanzas, mentiras, cancha a sus más directos enemigos. El otro día tuvo que intervenir Martin Pallin,el magistrado de la sala 2 del Supremo para ponerles las peras al cuartos a cuatro contertulios de la SER que no hacían más que insistir en el estrellato y en el "pues no le está nada mal lo que le pasa". Otras veces tiene que ser Jiménez Villarejo quien ponga un pongo de equidad en el asunto. Aun así, aunque todos escuchan los argumentos objetivos y asienten, después vuelven a la carga, obedientes. Y ya no digo nada en medios de otros grupos mediáticos más conservadores.

Es cierto Ramón. 'Público' vale más la pena. Soy lector de ese diario desde que se fundó y estoy viendo día a día cómo madura y se hace mayor, con algunas incongruencias, errores y subjetividades editoriales que también las tiene. Yo creo que no se trata que Garzón nos guste o no. Grazón es ahora el símbolo y el icono de la justicia, para todos. La justicia es o no es; se hace o no se hace. La justicia necesita de hombres y mujeres valientes que la ejecuten. La justicia es molesta, y mientras se dedique a los divorcios y a enchironar a camellitos, todo está bien. Cuando se trata de lo intocable...

Veo que no me ha salido bien la metáfora, porque mi nevera es como el sol de invierno, como Garzón, caliente y luminosa por fuera, fría por dentro. No hay en el escrito tema nevera ni tema Garzón, es todo un sol de invierno

¡salud!
(ahora respondo lo que queda)

Isabel Martínez Barquero dijo...

Si fuera una niña del siglo XXII te contestaría rápido: "Hombre, Garzón, mi amigo el de los cómics, el justiciero implacable, mi héroe". Mi padre acotaría mi comentario: "Esta niña no conoce bien la historia y sólo se queda en lo externo, porque -como usted bien sabrá- algún resbaloncillo dio el famoso juez en su aplicación incontenible. Aunque, por fortuna, prima su afán de justicia y su valentía innata."

Y ahora yo te digo: Tu sol de invierno, tu mañana límpida, tu frío que pergeña cálidos artículos y, sobre todo, esa nevera, esa nevera poblada de amores en un día como el de ayer (de amores de cartón-piedra-rosa), poblada de auténticos amores (como la mía), me han calentado el corazón y me llevan a pensar que reinventas la palabra "romanticismo", que dotas ese término de nuevas connotaciones en este siglo XXI. A ese romanticismo me adscribo con ganas, como a leerte siempre.

¡Salud, amigo Mariano!

Carlos dijo...

Me encanta tu nevera, aunque no sé si por dentro tiene tanto esplendor. Me temo que a Garzón lo vas a tener que colocar dentro, en el congelador porque cuando los poderes de la comunicación atacan.

NENA dijo...

Aristóteles dijo:"Cometer una injusticia es peor que sufrirla."

Garzón actua siguiendo a Aristóteles,lo que pasa es que a la España "rancia" no le interesa que trabaje y que quiera averiguar qué pasó (por ejemplo) con las desapariciones del franquismo...

Quizás lo tengo un poco "idealizado" ( no lo puedo evitar, ya que al estudiar Derecho veo y entiendo más claramente las barbaridades "legales" que se dicen por ahí).

Pero intenten lo que intenten, a es juez "estrella" no le van a apagar la mecha...


Un abrazo,

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Ramon, pones el dedo en la galla. Como dices, justicia también es que veamos con las esposas puestas y sujetándose el patalón a Macià Alavedra, íntimo de Pujol y uno de sus más cercanos consejeros. Pero este y Millet forman parte del stablisment català, i noi, res a fer. Un Garzón con ç nos hacía falta por estos lares. Su apellido, además, nos haría recordar la Maresellesa La Marsellesa

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Es durillo ser romántico, sea la época que sea. Siempre tenemos las de perder, aunque lo pasemos divinamente sufriendo. Garzón es más un héroe ibseniano que romántico, porque anda desgañitandose y transparentando a los malos, a los malos de verdad, y no le hace ni puta gracia tener que pasar por lo quee está pasando con la denuncia del fascio nacional y de todos los intereses creados que está poniendo en evidencia. Por eso creo que es como mi nevera: luminoso y extravagante por fuera y frío y contenido por dentro, porque si no ya se hubiese rendido.

A Garzón hay que tenerlo bien activo. Este es un hombre de acción. Es de los que no hivernan, de los que se toma bien en serio su misión en la vida.

Yo creo más bien que a quien comete un injusticia normalmente le va mejor que a quien la sufre. Aristóteles ahí no anduvo fino, o le faltaba un poco más de calle y de realidad. Otra cosa es la valoración ética de una y otra cosa. Pero es verdad, Garzón tiene mecha para rato. A este no le apagan. Decía Brecht (creo que hace poco también lo cité) que las personas imprescindibles son aquellas que luchan toda la vida.

Ah! y dentro de mi nevera hay cosa buena, buena... Ayer le di cuenta a una botellita de cava Brut Nature bien fría y a un pastelito de chocolate rico, rico.

¡Salud!

Anónimo dijo...

Con su permiso, Hablador, me asomó a esta ventana de Internet con un pañuelo blanco en la cabeza, con una cacerola y una cuchara de palo, con las palmas de las manos encaladas manifestando junto a ustedes mi apoyo al valiente juez.

Por otra parte, por vueltas que le doy a la, para mí, enigmática frase en negrita no consigo entenderla. El contexto inmediato no me ayuda mucho y pudiendo preguntar para que voy a perder el tiempo pensando. ¡Salud! Glòria.

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

La enigmática frase es la traducción aproximada de las primeras palabras escritas que se conocen en euskara halladas en las llamadas Glosas Emilianenses. Cuando estuve en San Millan compré una postal con la frase y le pedí a un monje que me dijese qué quiso decir el escriba cuando las garabateó. Desde entonces sé que el Romanticismo universal se inició en La Rioja.

¡Salud Gloria!

Belén dijo...

Querido Mariano, igual no estaría de más recordar que en esas "glosas emilianenses" donde aparecieron esas primeras palabras escritas en euskera (por cierto, con interpretaciones variadas respecto a s significado, a tenor de lo que dicen algunos lingüistas próceres, de esta mi segunda lengua),TAMBIÉN fue donde al parecer, se escribió lo primero que se escribió en castellano...
Salud y saludos

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Es verdad Belen, pero me parece más significativo decir que aquí se encontraron las primeras palabras vascas porque es más desconocido y porque la frase en cuestión me tiene subyugado desde que la oí y la leí. A veces he intentado escribir una entrada sobre ella, pero se me resiste. El castellano, al que amo y con el que me comunico o me incomunico, tiene y ha tenido ya mucha publicidad en las glosas, tanto las de San Millan como las de Silos, de tal manera que durante mucho tiempo se escondió que en las emiliananses convivían las dos lenguas, igual que convivieron en ese territorio de manera espontánea las distintas hablas de las gentes. Ya sabes... las cosas de los historiadores torticeros afines

¡salud y abrazos Belen!

ARO dijo...

Más que una nevera, eso parece el Rastro; pero, en fin, debe ser entretenido y divertido verla.

En cuanto a Garzón -con sus aciertos y sus errores- se trata de un personaje que merece nuestro apoyo y que no toleran los que están instalados y controlan esa (in)Justicia paquidérmica y retrógrada que todos sufrimos.

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Estamos de acuerdo, incluso hasta en tu apreciación sobre mi nevera
¡salud Arobos!

Anónimo dijo...

No se si sabrás que hay un concurso de puertas de frigorífico,podrías apuntarte. El premio es un viaje al Polo Norte y puedes llevarte a un acompañante,si ganas podrías llevarte a Garzón.Allí no necesitaría guardaespaldas,por si las moscas mejor debería llevárselos no sea cosa que los malos se disfracen de pinguinos.