domingo, 16 de septiembre de 2012

Independencia


Hoy el mar  resuena otoñal. Las olas ya no atusan la arena con el murmullo lánguido de las noches de Agosto. Ahora rompen sobre la tierra oriental  en un fragor de corazonada invernal, clarín de vanguardia para estruendos  venideros.
Ocurre lo mismo con el color del agua, y con el aire, y con el aroma, que se transforman en  frescor dulce esmeralda, sabor a lluvia en la brisa, olor lozano en la atmósfera, blancas sábanas al viento ondeando bajo el primer sol matinal,  entre la flor del jazmín azul y las ramas ambarinas de una joven mimosa.
El salitre se camufla, y aunque es invencible, ya no se huele, y  nos creemos que ya no está. Por eso  los  perros alzan el hocico ofuscado y no  hallan más que el pasmo  del vuelo evidente de una gaviota, que planea el desenlace trágico de algún destino.
Solamente nadan los osados y  por fin se han hundido las lanchezuelas sin vela, los yatazos ostentosos  y las motarras acuáticas. A partir de hoy, el amanecer dorado saludará  de nuevo a los pescadores, o al mar despoblado.
De todo esto- y de alguna cosa más que no cuento- hablaba con mi amor, hoy, esta misma mañana,  a pocos metros de la arena tibia de la playa, mientras  se aproxima el final del verano y recordábamos, como un fulgor lejano, la luna en cuarto creciente sobre el mar oscuro de San Lorenzo, los barrenderos de estrellas y las caricias sobre la piel caliente que nos trajo el Garbí  en la  noche de ayer.

5 comentarios:

ESTER dijo...

En estos tiempos, es un lujo poder hablar con tu "amor" en la arena de la playa y recordar...
Los recuerdos son media vida y la otra media está por vivir. Cada segundo vivido se transforma en recuerdo.
Yo soy cosmopolita de ciudad pequeña por obligación y devoción y hablo con mi amor en el balcón de casa con la luna llena como lámpara de luz blanca.
¿Qué tiene que ver la Independencia con todo esto?

Un beso, Ester

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Ojalá fuese como dices, que pudiésemos conservar cada segundo vivido en nuestra memoria
La independencia, !ay! la independencia..., la de los amantes, la del tiempo, la que de verdad cuenta.

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Quería decir que la otra, hoy en día, no es más que un sarcasmo. ¿Estado soberano? ¿Existe alguno?
Quería decir que lo que quiero es que me dejen en paz.

Por otro lado, sigo con este título la estela de una vieja entrada que titulé "revolución", el 31 a agosto de 2009
http://elpobrecitohabladordelsigloxxi.blogspot.com.es/2009/08/revolucion.html

Ana Rodríguez Fischer dijo...

Celebro que en la palabra totem no hayas introducido los guiones con que los diveros jaleadores la ondeaban...
Y sí el mar y un cierto silencio
(que no el mandato de los empresarios, que ya se han dejado oír/bramar), y la escapada al sucedáneo que me prometo/obligo este próximo finde porque si no, el tiempo existe, para nuestro mal...
Abrazos!

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Je, je, esos guiones son como la pauta silábica futbolera, parecidos a los que se emplean cuando se grita oeoeoeoe. Es asombroso como la gente se ha echado a la calle para hacerle el bolsillo gordo a los de siempre, a los que además han provocado esta situación, y sin embargo, cuando se trata de reclamar/luchar por lo que de verdad está haciendo sufrir a la gente, por ...Yo renuncio.

Por eso mi independencia no la reclamo, ni la grito, simplemente la ecribo y la describo, y claro, la gozo.
Abrazos Ana.
Hoy he empezado a leer tu edición de "El Río de la Luna" de Guelbenzu. Me tengo que aprender de memoria el párrafo de Eugenio Trías sobre el donjuanismo cultural: antológico