miércoles, 23 de diciembre de 2009

Fantasía orteguiana


Un sencillo programa informático que no llega a ocupar más que unos pocos gramos de memoria -porque ahora la memoria se mide en gramos, o en kilos, o en medias libras, como cuando era crío y las mañanas de domingos madrileños mamá me daba unos maravedís con que comprar los churros del desayuno- un sencillo programa informático, decía, es capaz de hacer cosas asombrosas. Un buen amigo, hace pocos días, me mostró cómo con un poco de intuición o una mínima habilidad de usuario podemos llegar a ser capaces de unir tantas imágenes como queramos, de manera que el resultado sea una única imagen que las contenga a todas. Es decir, que podemos obtener con un par de leves movimientos índices la silueta, el aspecto, el retrato, la identidad de todo un grupo de individuos contenido en un único rostro. La fotografía que ilustra estas líneas es una muestra. Para obtenerla fueron necesarias 300 fotografías de universitarios que el perverso software emulsionó por orden mía, hasta dar lugar a un rostro amorfo, inexpresivo, y que visto a media noche, en el delirio del cuarto trago de absenta, podría provocar alucinaciones terroríficas, inquietantes visiones fantasmagóricas de súcubos no tan ingenuos como yo que detentan un poder extraordinario para manejar a quienes forman y no forman parte de la emulsión digital, para hacernos desaparecer o someternos a nuevas y desconocidas realidades que desde nuestra apacible tranquilidad navideño-burguesa ni siquiera somos incapaces de imaginar.

Mientras observaba detenidamente el resultado de mi experimento pensaba en el rostro real del estudiante universitario español, en sus inquietudes, en las expectativas con que se duerme cada noche; la ilusión de despertarse temprano; tomar café caliente mientras desea que llegue la primera clase, y la siguiente, y el disfrute del pequeño descanso en la cafetería, o entre pasillos, en el que compartir con los compañeros la excitación, la duda, el inicio de un debate que se interrumpirá con fastidio cuando llegue el siguiente profesor que será capaz de darle vuelta a las mentes y proponer un nuevo reto intelectual, un tema inesperado que compartirá con sus pupilos y que dará respuesta a la discusión anterior o abrirá nuevas dudas, más preguntas que hacerse cuando la clase termine. Entonces, en la soledad del estudio, cuando el estudiante universitario español repase la materia dada, se establecerán miles de contactos en la red, facebook no dará a basto y el fin de semana se originarán centenares de reuniones en casas particulares, en residencias, en pisos compartidos, en cafeterías, sobre la hierba de parques públicos, en bares cutres y humeantes... para discutir teorías termodinámicas, la ética de la tecnología, la autoría del Lazarillo o la vigencia de Marx y San Agustín. Y cuando el estudiante se acerque al final de su formación, con la valentía que proporciona la seguridad del conocimiento atesorado, en la ebullición de la fuerza emergente que sale a la vida, imaginará un mundo nuevo, diferente, y creerá firmemente en que él debe ser el protagonista y que tiene el deber y la facultad de actuar para transformar.

Pero la imagen es tozuda. Ahora mismo, quien pierde el tiempo leyendo estas cuatro líneas, no puede dejar de mirarla, porque es hipnótica. Porque a fuerza de buscar en ella una identidad individual no se obtiene más que el desesperante resultado de un espectro categórico que ha absorbido para cancelarlas, miradas lúcidas e inquietas, bocas ávidas de palabras, y pieles limpias de futuros. ¡Cómo hubiese disfrutado Don José Ortega y Gasset con la informática!

Vuelvo mañana

27 comentarios:

viu i llegeix dijo...

Em sembla que t'has passat amb l'absenta o l'optimisme de Nadal et fa veure les coses una mica desenfocades. On són els estudiants que descrius ?

Anónimo dijo...

Hola Hablador
Parece la imagen de una persona mirandose a un espejo empañado por el vaho, tal vez cuando salía de la ducha y se ponía el albornoz azul.
Feliz Navidad.

Anónimo dijo...

Bueno, son días tristes y todos nos hemos sentido perdidos algunos días o a temporadas...Si querís alegraros, os recomiendo una web muy chula con todos los servicios y contenidos Gratis:

http://www.spainerasmus.com

Culturajos dijo...

la superposición de miradas lleva a la ceguera. la estadística con tendencias centrales a evitar las genialidades de los extremos. La universidad es estadistica al fin y al cabo. Los alumnos, miembros de la curva de Gauss. La informática es una superposición y las redes sociales, mal utilizadas, un enredo.

Salud Hablador. Yo tampoco me veo reflejado en la amalgama de las estadisticas, me siento borroso, innecesario.

Quisque

Ana Rodríguez Fischer dijo...

Desde mi ignorancia informática, pero desde el "conocimiento"...
(lo entrecomillo porque el Tiempo no permite más que miradas, guiños, palabras entrecruzadas rápidamente, comentarios a un texto, intervenciones tímidas, apartes, confesiones angustiadas, consultas honestas o mezquinas de tan interesadas por pragmáticas...)
me cuesta entender la foto del universitario que apuntas.
No son los nuestros hoy.
Como creo que casi nunca lo fueron en el Patio de Letras.
Claro que es posible que Bolonia, con su carga de devaluación, acabe por servir o ser útil sólo a quienes...
Según tú lo pintas, parece que nuestros estudiantes son elementos ociosos que, privilegiados, asisten a la Facultad en plan júbilo de tercera edad.
Pues no. Tienen que currarse el porvenir sin grandes esperanzas.

P.S. ¿Cómo es que tu mamá no te hacía los churros? ¿Porque no sabía, o porque se le estropeaban las manos? Amasar reseca.
Quizás por eso.

Anónimo dijo...

Pues yo en la foto te veo a tí con resaca y con niebla de fondo. Y esos estudiantes parecen de otro planeta los de hoy piensan en follar y en cómo ganar pasta pronto.

Eastriver dijo...

Querido amigo, cuánta polémica inesperada. Ya tardabas en actualizar, cada día atisbaba tu rinconcito que observo desde otro rinconcito en mi blog y veía sólo las botas. Pero hoy el reclamo orteguiano me ha llevado rápido a tu blog. Y me he quedado algo asustado porque tampoco creo que el estudiante de hoy sea algo tan amorfo como lo que propones. O igual no es amorfo sino sencillamente desenfocado.

Me recuerda un fragmento de La deshumanización. Cuando dice que el arte contemporáneo es capaz, como la mirada que observa a través de un cristal, de observar a voluntad lo que hay más allá de la ventana, o el cristal mismo. Si miramos el cristal mismo lo del fondo aparece desenfocado.

Feliz navidad.

Anónimo dijo...

Por desgracia, el retrato del estudiante es espejo de la realidad: un ser desenfocado, un alma errante, un espectro de los pasillos...aunque bien pudiera ser reflejo del profesor, desganado, apático, tediado, con el objeto de cumplir el expediente (cuando lo cumple), y llevarse a casa la mensualidad asegurada que lo ha convertido en dicho enser.

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

A ver si os puedo contestar a todos, aunque sea en un par de comentarios:
En mi opinión, la universidad es un fiel reflejo social. Un espejo que nos da la imagen de la organización del sistema social y de relaciones económicas en el que vivimos. La universidad, que yo imagino y deseo es una palanca de transformación social. La que tenemos está pensada para formar profesionales dóciles, adocenados, que protesten poco y cumplan sin demasiados problemas con la función asignada: proteger y consolidar el modelo social y económico en el que vivimos. Lo mismo ocurre con la investigación y con los docentes, a los que se paga para producir eslabones de la cadena. La universidad que tenemos ha perdido, ha recunciado al debate, a la discusión, al progreso; ha renunciado a ser la vanguardia del cambio y camina a rebufo del sistema. Por eso forma estudiante aburridos que no preguntan, que no discuten, que se lo creen todo, o no, pero que en cualquier caso asumen que su triunfo vital será licenciarse, encontrar trabajo, hipotecarse y casarse: la masa amorfa, la que interesa al poder, la sonámbula, bien dibujada en un dibujo sin formas, sin lineas, impersonal,fácil de modelar, como una bola de arcilla... Algunos de los texto de Don Franciso Giner de los Ríos son hoy, todavía vigentes. Y Bolonia... cómo me han timado con Bolonia. Yo creía en el cambio y al final hay que recordar de nuevo la frase del "Gatopardo": cambiarlo todo para que todo siga igual.

Y como estoy embalado, para echar más leña al fuego, como bien dice uno de los comentarios, la imagen. la emulsión de 300 imágenes superpuestas (es abosultamente cierto) que ilustra esta entrada y que me ha dado pie a escribir, bien podría ser también la de un profesor universitario: En ese caso, doble delito, porque se trata de personas,de profesionales con poder de decisión, de cambio, desde su tribuna diaria y desde los órganos de gobierno de las universidades: ¡qué a gustito estamos todos!

(Finalmente parace que la respuesta la doy en un solo comentario. Debe sera la lluvia, o las fechas, o el tema, la compañía, la mujer artrítica que ahora veo desde la ventana caminar bajo una paraguas lenta, parsimoniosa, pensando en el porqué de sus soledad esta noche de compañías )

PS: Como sabes, vengo de buena familia y las manos de mamá eran sagradas, finas, casi de porcelana. Así que los churros los comíamos de churrería, con chocolatito espeso, sabroso, bien caliente, claro. Siempre tuvimos buen gusto y buenas costumbres.

¡Salud para todos. Os quiero mucho!

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Ah! y por supuesto, el rostro real del estudiante universitario español no es el que describo. Esa sería una realidad futura, posible, no imposible, imaginada desde el terror que ofrece la imagen, como sueño, o evasión, o discurso positivo: porque es desde el discurso positivo desde donde se transforman las verdades.
Hay que decirle al estudiante que se puede ser así. Aquí que hacerle otra propuesta de método, de universidad,de sociedad al fin...

¡Salud!

Isabel Martínez Barquero dijo...

Mi querido Mariano, gracias que tú no te conformas con sólo unos gramos de memoria. Atesoras algo más que esa mezquindad y, por fortuna, no de forma automática e impersonal, como un vulgar ordenador (muy preciso, aunque también muy frío).

Si un día viera por ahí el rostro-masa que nos ofreces, saldría corriendo y me refugiaría donde fuese, aun a costa de perder todo contacto humano. Es preferible la soledad a la masa. Como tú, quiero rostros propios; nunca rostros comidos por la masa. Deseo humanos únicos e irrepetibles.

Y el estudiante que sale con ganas de transformar el mundo, va aviado. Un día sabrá que lo que intenta es que el mundo no lo transforme a él.

¡Salud, amigo mío, y aunque tópico te aguantas, que para eso es Nochebuena: Feliz Navidad!

¡Salud de nuevo y miles de abrazos!

Isabel Martínez Barquero dijo...

Se me olvidaba: Lo que te ha dado de sí Ortega, y eso que no nos gusta. Espera a que entres en Gasset. (Es que si no hago un chiste, reviento. Necesito reírme para no caerme rendida).

¡Salud, amigo, yo también te quiero!

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Isabel, sí , va aviado, pero tiene que hecerlo, entre todos tenemos que hacerlo. El rostro-mas, como tu dices, es como quería titular la entrada. De hecho mi intención era hablar más de Ortega, más de las masas, del individui, al hilo de la última novela de Muñoz Molina y utilizando como motivo la imagen que he puesto, que es real, creación de mi buen amigo Yassin a partir de 300 rostros de universitarios. Pero me he dejado llevar y he cabado hablando de los universitarios, que son el origen de la entrada.

Muñoz Molina en su última novela nos da una leccion magistral de lo que es capaz la masa: una pesadilla.

En la facultad tenía una gran curiosidad por conocer a Ortega. Es el rey de las casas de citas, quiero decir que anda en boca de todo el mundo porque queda muy citarlo, sobre todo en los 80's por parte de los felipistas, porque González hablaba de él a todas horas y pensé : este es, de este es de quien hay que aprender. Nos impartió su pensamiento una buena profesora, Maris Sotelo, y pudimos debatir en clase ampliamente y apasionadamente su obra. Enseguida vi de qué iba el señor Ortega y me hacía cruces sin entender el porqué de tanta adoración por su pensamiento, que como habrás intuido, me resulta de lo más reaccionario que nunca he oido o leido. La Sotelo me recomendó "Medio Siglo de Cultura Español", de Miguel Tuñón de Lara, y con ese libro acabé de ponerlo en su sitio porque en él se explica pormenorizadamente la controversia Ortega-Machado: una gozada ... y hasta ahora

¡Salud Isabel!

Anónimo dijo...

(Me parece, Hablador, que mi comentario no serà más que una repetición de lo que ya has respondido y que no había visto, pero con lo que me ha costado elaborarlo permíteme que no lo eche directamente a la papelera).

Brindo por esa Universidad, por esa masa excelsa de alumnos y profesores, esforzados e inquietos, que Ortega y Gasset (aún con ingenieras, médicos y científicos) creo que aplaudiría. Pero si esa masa (deshumanizada para el Machado que citabas en un artículo anterior) existiera tal y como la describes estoy segura de que cada uno de sus individuos conservaría una identidad propia, en cierta manera única.
Y a una Universidad así… Le correspondería una sociedad distinta y el futuro de estos estudiantes seria más esperanzado que el de nuestros hijos, que como dice Ana después de trabajar duro tienen que empezar de nuevo, casi de cero. ¡Salud para el nuevo año! Glòria.

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Así es, si estuviésemos ante el tipo de estudiante que describo, sería señal de que estaríamos ante otro tipo de sociedad, y entonces, paradójicamente, no habríaa nada que cambiar, o sí, cambiar siempre, avanzar siempre, cuestionarnos siempre donde estamos y qué queremos ser.
Al pensar ene ste tipo de cosas siempre me sobreviene una contradicción: como anular la masa sin la fuerza de la masa. cómo trabajar al indivíduo para que sumado a otro, a otro y a miles, sea capaz de constituirse como agente de cambio.

Gracias por tu comentario Gloria
¡Salud!

Anónimo dijo...

Aprovecho que está Glòria por aquí y como no puedo dejar comentario en su blog,aprovecho para desearle a ella y a todos los que por aquí esten salud y felicidad. Mª Dolores.

Ana Rodríguez Fischer dijo...

¡Uf!
Nadamos en vaguedades.
Será el cambio climático, que hasta está anegando las ásperas y sedientas tierras andaluzas, quién lo diría.
Es absurda la oposición Ortega-Machado.
Como fue estúpida y mezquina (e interesada, la visión que se nos dió, allá por los setenta, de la figura de Julián Marías; pongo este ejemplo por lo que le has reconocido).
¡Hay que leer sin ateojeras!
¡Al margen (incluidos los profesores), entre los que no me incluyo porque...)
Bueno, que estoy de vacaciones (supuestamente), aunque inmersa en una investigación exhaustiva (ésta sí, y no la que un Don pretende colarnos) sobre el día a día de la Guerra Civil.
Espero que esta Nochebuena no te haya sido tan amarga como la de 1836, pese a los churros industriales.

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Pues a mi me parece que el libro de Tuñón de Lara tiene mucho origen. Claro que me es imposble profundizar, ni siquiera un poco. La formación que adquirí da para jugar al Trivial, ganar un par de quesitos, y poco más, pero de ella se me quedaron enseñanzas maracadas a fuego: intuiciones y pensamientos propios que encajo como mejor sé aquí y allá. Mis lecturas y mis interpretaciones no son académicas, claro, porque no soy académico. O sea, que a mí me falta el rigor y al académico la libertad. Rigor con libretad sería ideal, una mezcla como la masa, el agua y el aceite con que se frien las porras o los churros: unas tan irregulares, gruesas y sabrosas; los otros tan regulares, acanaladosm como columnas dóricas, finos y azucarados.

Par mi la polémica Ortega-Machado va más allá de un enfrentamiento intelectual entre dos personalidades, o del mero análisis academicista. Es el paradigma de una dialéctica en la que se dirime dos modos de entender el mundo, de plantear modelos sociales, éticos, de imaginar otros modos de relación entre las personas... que den lugar a mundos nuevos

Y de la nochebuena de aquel año, hoy prefiero no acordarme. Estoy sobrio, y sin resaca. Me estoy portando bien. Quizá otro día, cuando no ande el aniversario de por medio y el precio del Malta baje.

¡Salud Ana!

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

¡Por cierto, se me ha olvidado! ¿se publicará en algun lugar la investigación que estas realizando sobre la guerra civil? ¿puedes adelantar algo?
"la noche de los tiempos" es un buen friso del día inmediato y posterior al estallido...

Ana Rodríguez Fischer dijo...

Justamente me refería a ese libro, y no a Tuñón de Lara.
Sí, ese libro va a publicarse, y por un gran editor (de casta le viene al galgo) independiente: Malcolm Otero Barral, el nieto de Carlos Barral.
No es propiamente una investigación: es una recopilación de testimonios muy variados: en su formato -diarios, memorias, proclamas, crónicas, reportajes...-, en su abanico ideológico -aunque predominan las republicanas, "hablan" desde sus personales filiaciones/divisiones-, en sus vivencias/experiencias de la guerra -milicianas, enfermeras, niñas, obreras, intelectuales, etc._, en su circunstancia, y... en su condición de mujer.
En conjunto, mueve mucho la imagen estereotipada sobre el ocnflicto porque lo muestran en la realidad del día a día, en la intrahistoria que tanto pesó.Lo que más me defrauda de la novela de MM (por otra parte, muy pensada y calculada para servir a un objetivo.. discutible) es que no aporta grandes cosas respecto a la documentación de hace treinta años.
Conozco las fuentes y referencias, pero quien no... puede quedar deslumbrado por el capítulo dedicado a Moreno Villa. Léete la autobiografía del poeta (Vida en claro) y... Lo mismo con la aparición de las figuras históricas o la formación estética del arquitecto (Bauhaus y demás)... o el viaje a Toledo para la incautación de las obras y la defensa del Tesoro (María Teresa León, que no fue la piez clave pese a los alaridos poéticos de alberti)
En fin, que estoy muy contenta de que, pese a todo, el libro de Casavella haya quedado el 13 en la selección babélica. Y también la novela de Haroldo Conti, un escritor excelente, de los mejores del boom pero que los milicos lo desaparecieron en marzo del 76.

Anónimo dijo...

Alguien sabe qué quiere decir Ana Rodríguez con la expresión "selección babélica". ¿Qué selección es esa? Es que me pareció leer algo de eso en la página web de Vila-Matas, aunque no estoy muy seguro de eso.
Y otra cosa. Haber si me explico bien. Yo estoy de acuerdo con lo que Hablador dice de que la universidad es un reflejo de la sociedad en que vivimos. Pero no creo que pueda existir la universidad futura que propone porque el estado o sistema nunca creará una institución que vaya en contra suyo. Toda institución estatal está para servir a los intereses del estado. Un estado con intereses mercantiles como el actual creará instituciones y leyes que respondan positivamente al mercado económico. Así, el Plan Boloña es una reforma del sistema universitario que potencia el mercado para las academias de postgrado, los Master. Unos títulos que actualmente pocos licenciados tienen, porque son carísimos (vamos que es una pijada), pero que con el nuevo plan serán imprescindibles. De esta forma, los universitarios se tendrán que gastar mucho más dinero en su formación, como en EEUU, cosa que le vendrá muy bien al mercado. Es decir, el plan Boloña mejora el mercado de un estado mercantilista.
Yo veo que lo que tú propones de unos universitarios que se cuestionan todo, rebeldes, no se dará nunca en las instituciones del sistema o estado, sino al margen de ellas. Siempre serán movimientos que surgirán espontáneamente en los barrios o en Internet.

ESTER dijo...

Hablando de imágen desenfocada, Ortega y Gasset apunta:

"Algunas personas enfocan su vida de modo que viven con entremeses y guarniciones. El plato principal nunca lo conocen."

Un saludo

ESTER dijo...

Uf! se me ha escapado el acento a la a de imagen! lo retiro!

Anónimo dijo...

No tienes ni puta idea de lo que piensa un estudiante universitario de hoy en dia. Afortunadamente no se parecen en nada a tu modelo ideal,que parecen niños del opus dei,los estudiantes que hay ahora son de puta madre, yo diría que mejores que los de antes.

Anónimo dijo...

Pues claro, faltaría. Si no... acuenta de qué... Tienes razón, Anónimo

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Efectivamente Isabel, lo que da de si Ortega. Ana, muchas gracias por las recomendaciones. Von respecto a AMM no estoy de acuerdo... me gustaría explayarme sobre la novela ahora al hilo de tu comentario, pero creo que mejor es que me atreva y le dedique una entrada: también tengo opiniones encontradas.

Lo de babélica imagino que será porque aparece en Babelia

... y si el estudiante universitario de hoy es de puta madre o no, pues bueno, quizá para quiene haga gala de esa expresión, sí, o sea, que serán raperos de puta madre, o consumidores de "cuore", o maestros del videojuego, pero universitarios inquietos, ambiciosos, soñadores, con ansias de aprender etc... pues pocos, muy pocos. Creo que quien ha utilizado la expresión de Ice T (gran intelectual, como todo el mundo sabe) o va poco por clase (donde tampoco se pierde gan cosa), o se relaciona con ellos en los botellones, entonces claro, es de puta madre. (y si paga una ronda, más)

...y Bolonia, pues si, a mi me la han dado con queso de nuevo, me engañan como a un chino. La universidad tiene la posibilidad de caminar fuera del sistema porque legalmente puede hacerlo. Tiene un gobierno propio, y aunque esté controlada por los Consejos Sociales ( eso de "sociales" da risa) quien tiene el poder para tomar decisones que la lleven por un lugar o por otro son los académicos y los estudiantes. ¡Qué hace falta? lo de siempre, primero conciencia de que se quiere cambiar, y después voluntad política y valentía para hacerlo.Son instituciones con mucho peso y estoy convencido de que podrían llegar a ser vanguardia de cambios más profundos en la sociedad. De momento son lo más parecido a los barcos negreros que llevaban esclavos a los algodonales...

Nena, nadie como Ortega para sermonear al respetable. Siempre era el mejor, siempre tan listo, tan altivo, tan despreciativo y al mismo tiempo tan despreciable, tan Ortega.... Los libros de citas van llenos.

Por eso es el rey de las casas de citas.

¡Salud a todos!

Anónimo dijo...

Es que universitarios como tú ya no quedan ,cuando te parieron a tí se rompió el molde.