lunes, 2 de mayo de 2016

Canto a la primavera



Cuentan los viejos que cuentan  que hace muchos, muchos años, en esta misma tierra, la muerte se adueñó de los caminos. 

Cuentan los viejos que cuentan que en las madrugadas y en los amaneceres, a la orilla de las veredas, frente a las tapias de los cementerios, la detonación seca de las pistolas viajaba a las ciudades y a las aldeas, encabalgando el viento de España. 

Cuentan los viejos que cuentan que aquellos años lejanos  la traición surgió poderosa, igual que un oso voraz, desde lo más oscuro de las cuevas del invierno, asolando casas, pueblos y ciudades; descuartizando con sus zarpas de bestia cuerpos y sueños. 

Cuentan los viejos que cuentan la tristeza de su vejez, la soledad de sus palabras y el desdén de los nietos que, en la tranquilidad de sus noches, bajo el cielo templado de estrellas, en nuestra paz acomodada, evocan sus anhelos, la ilusión que no fue, y la alerta sincera  contra el temor  al miedo. 

Cuenta algún viejo que cuenta con alma de poeta, que  a la llegada de los  abriles, durante aquellos años lúgubres, brotaba de nuevo la vida  de la tierra de todos los campos, y que  meses antes de que el sol tostase la mies, el color de la bandera de los sueños se extendía como una gran sábana sobre el trigo verde,  más allá de donde alcanzaba la vista. 

Contaba el viejo que cuenta, con alma de poeta  que, le pese a quien  le pese, desde entonces, la primavera es republicana, aunque después llegue el invierno y de nuevo la tierra amanezca yerma y áspera. 

Contaba el viejo que cuenta con alma de poeta que “creyeron que les enterraban sin nombre y sin historia, pero  sin entender -brutos necios- que aquellos a los que dieron muerte en realidad eran semilla”.
 

6 comentarios:

JC de mis pecados dijo...

Si me lo permitiera la artritis me arrodillaba ante la solemne belleza de tu artículo, Hablador. Ahora, lo de la esperanzada semilla del final, no sé, chico. Incluso en tal caso, ¿tú crees que sabríamos hacerla (me refiero justa, fraterna, culta)?

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Eres muy generoso Javier

En realidad, yo también soy escéptico, como tu, y menos en estos tiempos. Parece que una nube negra y espesa se cierne.Allá donde mires hay mediocridad, ambición, vanidad y mal rollo. Pero habrá que confiar en que los buenos disolveran la tormenta
Al menos, nos queda la poesía: en este tipo de tierra aquellas semillas siempre acaban por florecer

¡Salud !

Anacanta dijo...

La muerte gana todas las batallas, la vida todas las guerras. Si. La semilla es su secreto. La perfección está sobrevalorada. Nunca ganaremos para siempre, pero tampoco perderemos del todo.

Excelente texto. Un saludo

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

No, la perfección no existe, afortunadamente, Anacanta
De todos modos, me gustaría ganar alguna vez, unos cuantos años. Una primavera que ocupe las otras tres estaciones, solamente durante un tiempo...

Gracias por pasar
¡Salud!

HOSTAL MI LOLI dijo...

Vivan las semillas de LIBERTAD!! Salud!

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Cada año germinan
Después llega el invierno