Amos a ver. Hoy vamos a hablar de fúmbol, y lo vamos a hacer
desde un punto de vista contable pero con ribetes sociales. O mejor,
plantearemos el asunto del fúmbol desde
una perspectiva vital, como si nos fuese la vida en ello, como si en juego estuviese
la Liga, la Champions, la copa de Mowly y nuestra
vida futura, nuestra supervivencia, más allá del día de hoy, que es tal y como
nos sentimos y nos comportamos cuando nos plantamos delante de la pantalla para
ver un partido, o cuando ocupamos
nuestro asiento abonado en un estadio donde juega el equipo de nuestros
desvelos.
Pos es que estábamos comiéndonos unas pitas en la terraza de
un döner kebab que han abierto en el
mismitico centro del campus y, como ninguno de los compañeros de trabajo que allí nos dimos cita quisimos hablar de trabajo,
de independencia, de crisis, de bancos ni de los programas de Jordi Evole, pos
que nos pusimos a hablar de fúmbol, del Barça, y eso.
Entonces va uno y dice que en La Liga española habrá una
media docena de fumbolistas que cobran cada año, cada uno de ellos, unos diez millones de euros. Tampoco es que el
dato fuese una novedad, porque quien más quien menos compra el Marca, el Sport
o el AS, o escucha los programas deportivos de la radio y de la televisión.
La cosa es que, entre pita picante y pita dulce, se me
ocurrió decir con la boca llena y salpicando la mesa de diminutas gotitas
verdirojas, que necesitaría veinte vidas laborales completas para poder reunir todo
ese pastizal. A lo cual, en un alarde de vertiginosa velocidad analítica, otro
de mis compañeros nos sorprendió con la presentación a vuela pluma de un cálculo realizado al amparo de un sorbo
de Estrella Dorada Damm.
-Pos mira, veinte no, pero con el sueldo que tú cobras ahora
necesitarías diez vidas completas, con
todas sus jornadas, para poder ganar lo que se levantan anualmente CR7, Messi o Falcao.
-¡No me jodas- exclamé, casi atragantado.
-Si, sí, diez vidas- afirmó el compañero mientras encendía
parsimoniosamente un cigarrillo.-Tu estará cobrando unos cuarenta mil euros al año, pero
hasta llegar a ese sueldo, desde que empezaste a trabajar a los dieciocho años, has
cobrado bastante menos durante muchos años.
Hagamos entonces un promedio aproximado
entre esas cantidades y las futuras que puedas llegar a ganar y pongamos que, de media, en toda tu vida laboral, has percibido uno veinticinco mil euros de sueldo anuales.
Ahora multiplica veinticinco mil euros al año por cincuenta y dos años que te tocará
trabajar hasta que cumplas setenta, a ver lo que da- y se retrepó en la silla, mirando hacia el cielo, exhalando una gran
cantidad de humo.
-Espera, que le pongo la calculadora al móvil -se apresuró
solícito otro de mis compañeros.- A ver:
1 millón trescientos mil. Eso da: un millón trescientos mil.
-Pos eso. Ahí lo tienes. Aproximadamente, necesitarías diez vidas laborables
de cincuenta y dos años cada una para
ganar lo que gana Messi*, Ronaldo o Falcao-certificó el otro mientras aplastaba la colilla en el
cenicero.
De pronto, se hizo un
silencio un poco extraño. Durante unos breves instantes nos miramos los cuatro
muy adentro y creo que nos sentimos inmensamente gilipollas. Apareció la camarera y nos
preguntó si queríamos café. Estábamos sumidos en tal estado de postración
mental que la paciente muchacha tuvo que
repetir el ofrecimiento. Al fondo, en un rincón, unos estudiantes voceaban y
reían alborotados. Llegó de nuevo la camarera con la bandeja y mientras tomábamos los cafés, alguien resumió
en un par de frases el día a día laboral de un fumbolista de élite. Después otro
dijo que nunca, nadie, le había dado un masaje y la compañera explicó que, en
el hueco de la escalera que colinda con su despacho, habría espacio suficiente
para instalar una sauna, pequeñita, pero una sauna.
Y después de éstas y algunas apreciaciones más al respecto
de los detalles de la procelosa vida laboral en el día día de un fumbolista de
élite, nos levantamos y nos dispusimos a continuar nuestra jornada laboral. Uno
de mis compañeros tenía clase de prácticas; el otro tenía que realizar unos
análisis de laboratorio para una empresa, y la compañera tenía que finalizar la
redacción de un informe con el que
intentaría obtener la financiación
necesaria para iniciar un proyecto de I+D, que mantendría el sueldo de mil euros
mensuales durante los próximos tres años a sus cuatro becarias de investigación. Yo,
finalmente, tenía que rematar una nota
de prensa en la que se ponía en valor las excelencias de la universidad pública.
Esa misma noche la pasé en el bar de debajo de casa. Me pedí
uno de lomo con bacon con pan a la catalana y un par de cervezas, que me zampé y me
bebí mientras vi la primera parte del
partido de la Champions. Durante la segunda parte me bebí un par más.
“Fúmbol es
fúmbol”, que dijo el conocido filósofo Johan
Cruyff. A lo que respondió el abad Galiani : “Lo importante no es curarse, sino
vivir con las enfermedades”.
*Problema:
Calcular lo que ganaría cualquiera de estos dos jugadores durante 10 vidas cobrando sus sueldos actuales.
*Problema:
Calcular lo que ganaría cualquiera de estos dos jugadores durante 10 vidas cobrando sus sueldos actuales.
8 comentarios:
Y sin embargo, querido, los ricos... si no lloran (ya llegaremos), se ponen repentinamente tristes....
Otro motivo más de indignación.
Un beso!
Jé, sí , es un sarcasmo, la tristeza del ínclito, un sarcasmo y al mismo tiempo, aunque no nos guste, un reflejo de nosotros mismos
Abrazos
Vaya, no he sido la primera en contestar, se ha adelantado Ana; perdona, pero el Monte Igeldo, la Concha y las tapas en baretos de 5 metros cuadrados con la cancioncilla: "una de croquetas, una caña, unos chipirones..." es más suculento que el sueldo de Messi, Ronaldo y compañía.
Un beso, Ester
¡Dónde va a parar!
Espero que lo hayais pasado de miedo
Besos
El escándalo del fútbol no son ya los sueldos archimillonarios de los juegadores, sino la cara dura con que los clubs no pagan la seguridad social y cómo, además, eximen de expuestos a sus jugadores millonarios. Un bofetón en pleno rostro que los españolitos aficionados al fútbol encuentran de lo más normal. Saludos cordiales.
Por no hablar de los pelotazos inmobiliarios, de la especulación y del aprovechamiento particular para los negocios de sus dirigientes que hacen del fútbol una de las grandes mafias contemporáneas. Así, a vuela pluma, se me ocurren media docena de directivos imputados que han salido libres de todo cargo. Buena parte de los presidente del clubs de 1ª son dueños de empresas inmobiliarias... Y así.
Gracias por pasar, Isabel, y gracias por tu comentario
Salud
El futbol es la mejor pastilla adormecedora para la masa que han recetado los políticos. En Cataluña, además, parece que tiene efectos secundarios.
Un saludo Hablador. Siempre tan lúcido.
Y esa la recetan sin copago, bien edulcorada, con sabores, como las medicinas infantiles.
Y sí: tu imaginate, en estos tiempos, cómo va ir alguien diciendo por ahí que, por ejemplo, su equipo es el Español, por muy catalán que se sienta y muy independentista que sea. Tu imaginate, por un instante, que este mismo fin de semana se jugase la primera jornada de la liga catalana de Fútbol, y que se enfrentan en Barça y el Español. Habría que pedirle a Camus que resucitase y radiase el partido.
Afectuosos saludos, Carlos
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