miércoles, 21 de julio de 2010

La digestión de la Historia


Hay frases que valen una novela, un puñado de palabras a veces contienen un cuento y, a menudo, sobre una sola letra canta todo un poema.

He empezado así por miedo a que Casavella se me aparezca esta noche, en forma de vampiro, y me dé un buen tiron de orejas, porque hoy tenía la intención de iniciar este texto con una cita, una frase de Francis Scott Fitzgerald que escribió en su cuento “Corto viaje a casa”, y que se me repite en el paladar igual que el recuerdo en la garganta de los sabores de las comidas copiosas a las pocas horas de ingerirlas; el recuerdo amargo de un momento placentero que nos hace dudar de la calidad de los aceites con los que se cocinó, o del vino con el que regamos el manjar. Aunque es posible, también, que todo dependa, en realidad, de cómo de preparado tengamos el cuerpo para digerir los alimentos. Y esto es lo que creo que me ocurre a mí, que no estoy en condiciones de asimilar las esencias, las grasas, los nervios, toda la proteína que contienen nueve palabras escritas por un talento portentoso y después, además, evacuarlas como si tal cosa. Me ocurre lo que los primeros días de estancia en cualquier pequeño pueblo del país, cuando al beber leche leche, recién ordeñada, o al comer pollo pollo, de los que se crían corriendo por las calles, el organismo se pone en guardia ante la calidad del producto que ingiere y entonces emite señales de alarma que se traducen en una sensación de empacho que no se alarga más de un par de días. Después, el cuerpo no pide más que manjar puro y ya no nos valen sucedáneos, aditivos ni conservantes, y ya no nos tragamos cualquier cosa, por muy bonita que sea la faja de la rutilante edición, o grandilocuente el adjetivo halagador que utilizó el crítico, por encargo del editor, para colocarlo como perejil verde verde sobre la cubierta del libro.

La frase de Fitzgerald me viene a la memoria a cada momento. Si leo el periódico, la frase. Si estoy en el trabajo, la frase. Si veo los informativos de televisión, la frase. Si tomo café en una terraza, la frase. Si voy al banco, la frase… Allí en donde viven y discurren sus vidas hombres y mujeres que arrastran sin reconocerlo el peso de la culpa, que emiten sin sentirlo cierto olor a podredumbre, que camuflan bajo sus trajes, sin lograrlo, mórbidas historias de mentiras e infamias, que descubren el brillo de la traición en el guiño embaucador de sus ojos. Allí en donde me encuentro con la malas personas, allí donde las veo, las oigo, les hablo, las evito y las padezco, recuerdo la frase de Francis Scott Fitzgerald, y me dan ganas de plantarme frente a ellos, detener su devenir malvado, y recitársela a la cara, como una afrenta, como un reto, la bofetada sonora de un duelo a muerte; la maldición gitana, el conjuro nefasto, el ensalmo purificador, la sentencia de condena eterna en el fuego del infierno. “Se puso de pie, apestando a deshonra y blasfemia”. Es esta una frase amarga, que se repite todos los días, aun en ayunas, y que vale por toda la Historia del hombre.

Vuelvo mañana

12 comentarios:

Belén dijo...

Algunos apestan a eso mismo incluso estando sentados, Mariano. El hedor les precede, se queda con ellos, y les "postcede"... Es tan dañino que a veces no se puede hacer nada por evitar sentirte impregnado... es nauseabundo, te cansa psicologica y fisicamente... y sientes que ¡necesitas vacaciones!, para rearmarte, para dormir, para ver las cosas con perspectiva, para seguir viviendo...
Un beso

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Belen
Es verdad, las vacaciones al final son una especie de espacio, de trecho abarrancado que nos permite tomar distancias con respecto de toda esa caterva de personas que nos jode la vida, a todos los niveles. Aunque estos también se las toman-las vacaciones- y nada les impide cruzar sus vidas con las nuestras
Te agradezco un monton tus comentarios y el seguimiento que haces de este blog Belen.
Un abrazo

Anónimo dijo...

C ¿dónde estás?,acaso estás de vacaciones? o me temo que te ha suprimido de este blog,igual que hace con algunos comentarios. Esa frasecita también se la podría aplicar tu amo y señor. No creo que esto salga.Espero que vuelvas por aquí,te echo de menos.D

C. dijo...

No me apetecía escribir hoy. Básicamente porque estoy de acuerdo con mi señor.

Anónimo dijo...

Saludos de nuevo, MJ, veo que sigues en la brecha. Si acaso estás de vacaciones, disfrútalas (que las mías han acabado).
¡Salud!

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Todavía no, Ataulfa. Julio pesa mucho. No hay quien pueda con sus días.
Me alegro de verte de nuevo por aquí y espero que hayas disfrutado de tus vacaciones. Seguimos en la blogosfera (¿bitacosfera?, ¿diariosfera?)
¡Salud!

Isabel Barceló Chico dijo...

Desde luego la frase es de antología, y parece hecha a medida para algunos que viven aquí, en mi tierra... Besazos.

Anónimo dijo...

C. Pues no deberias estar de acuerdo,debes de ser crítico con él,y aunque te parezca bien lo que escribe ,tu obligación es discrepar,porque eso es lo que te conviene,es como hacer gimnasia mental para no caer en la anulación total de personalidad,no ves que ya casi ni piensas,eres como un robot,saca la poca personalidad que te quede y piensa que eres único y tienes sangre en las venas y no horchata,aunque a veces lo dudo.Y que conste que te escribo porque pienso que estas muy aburrido y esto te puede servir de estímulo para que le cantes las cuarenta a ese señoritingo de cuarta categoría que escribe creyéndose alguien importante y estoy segura que tú eres mejor que él. Espabila.D

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Isabel, en tu tierra, y en esta, y en la de todos. ¡estamos rodeados!

Espero que te esté yendo estupendamente con tu libro. Sé que estuviste en BCN presentándolo y que andas de gira. Disfruta mucho
¡Salud!

C. dijo...

D
Eres pesada, pesada, de verdad.Son contadas los comentarios en los que aportas algo al texto. No te interesa un pimiento lo que se dice. Siempre diciéndole a todo el mundo lo que tiene que hacer. ¡buf!

Anónimo dijo...

C. No volveré a hacerte ningún comentario ,ahora ya he comprobado que tu amo y tú sois la misma persona.D

Anónimo dijo...

Espera un momento ,voy,voy,espera un momento, voy voy,espera que vengo ..voy voy ,espera un momento,un momento espera espera un momento voy voy.....espera que vengo, voy voy....