lunes, 17 de mayo de 2021

Filosofía del viento Gregal

 


Abro la libreta y atestiguo el espectáculo glorioso del mar esmeralda azotado por el Gregal, iluminado per el sol limpio de Mayo cuando las nubes blancas que estucan el cielo no le estorban, produciendo tantos matices entre el azul, el verde y el gris que  convierte el agua en una carta de colores frecuentada por cobaltos, añiles y glaucos, azures, índigos y marengos.

Me acompañan media docena de personas, pero no miento si afirmo que en este preciso instante soy el único ser humano en el mundo que atiende a lo que acontece más allá de la arena.

Dos parejas dan cuenta de sendas raciones de pescado alternando  miradas al plato y gestos acostumbrados.

Tres jóvenes amigas sorben café mientras sobrellevan en el peso de sus rostros los excesos de la noche anterior.

El camarero va y viene disimulando con profesionalidad el desdén hacia la clientela, sin más interés que  la preservación del trabajo y el deseo insistente  del final de la jornada.

De modo que, efectivamente, no hay nadie más en la Tierra contemplando la asombrosa exhibición de belleza,  el resultado de la unión de voluntades con que el cielo, la luz y el mar ejemplifican el resultado del compromiso sincero en pos de una existencia armónica.

Y mientras observo extasiado el prodigio natural,  un golpe de viento libera media cuartilla que dormía en la libreta intercalada entre páginas viejas, cautiva custodiada  entre deshechos, esperando paciente al rescate del olvido.

El aire juega con el papel, lo voltea y lo eleva levemente en impulsos traviesos; durante un momento parece posarse en la arena, a salvo de los juegos del viento, pero nuevamente el Gregal lo aúpa en volteretas blancas que  lo llevan hasta el borde de la orilla, donde la espuma de las olas lo acoge para que el agua salada disuelva en unos pocos segundos  la tinta roja con la que un día escribí  así como la libertad es  conciencia de necesidad, el arte es conciencia de mortalidad .”

2 comentarios:

BOUQUET dijo...

Tú el gregal, a mí me azota el mestral: "venim del nord, venim del sud, de terra endins, de mar enllà..."

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

... no es frontera cap bandera que no es digui llibertat, la llibertat de vida plena, llibertat dels meus companys...

¡Ay! ¡Cuánto tiempo ha pasado y cómo han cambiado las cosas y su significado desde que el ínclito Llach escribió esta canción ...!

¡Salud!