jueves, 5 de junio de 2025

Sueño con serpientes

 

Ayer asistí en mi pueblo a una concentración en favor de Palestina, en contra del genocidio sionista que está ejecutando impunemente el gobierno criminal de Benjamín Netanyahu ante los ojos abiertos e indiferentes del mundo entero.

Gaza es hoy Dachau, Auschwitz, Treblinka o Mauthausen. En unos años, evocaremos Gaza con la misma repugnante vergüenza  y sucio sentido de culpa con que todavía hoy recuerdan los alemanes aquel horror, pero la náusea y el bochorno colectivo que sentirá el mundo entero no devolverá a los palestinos ni sus vidas ni sus tierras, ni borrará la enorme cicatriz en la historia que testimoniará tanto miedo y dolor.

Nos concentramos en la plaza de la Vila unas cuarenta personas. Entre todos formamos un círculo. Alguien leyó un manifiesto. Después se repartieron unos papelitos en los que se facilitaban los enlaces de algunas páginas web donde poder hacer algo, como aportar algo de dinero, seguir algunas iniciativas o colaborar con algunas organizaciones.

Allí, formando parte del círculo, se encontraba Pepe Beunza, ingeniero técnico agrícola, natural de Beas del Segura, provincia de Jaen, hijo y nieto de abogados carlistas. En el año de 1971, cuando Beunza cumplía veinticuatro años, fue llamado a filas para realizar el servicio militar. Éste se presentó en el cuartel para informar al  Ejército español franquista de que se negaba a acatar la disciplina castrense y a vestir el uniforme de soldado. Fue sometido a consejo de guerra y condenado a cárcel durante quince meses.

Al salir en libertad se le conminó a realizar el servicio militar y restituir así su falta; Pepe Beunza se negó de nuevo y consecuentemente fue sometido a un segundo consejo de guerra y condenado por deserción. Cumplió su condena en un batallón disciplinario, en el Sahara. Estos acontecimientos históricos convierten a Pepe Beunza en el primer objetor de conciencia por motivos políticos de España. A punto de cumplir sus setenta y ocho años, sigue en la brecha del activismo pacifista.

Casi al finalizar el acto, Beunza intervino brevemente para decirnos que no nos dejemos derrotar, que cada uno de nosotros es una organización válida y útil en sí misma, que sólo es necesario salir a la calle, todos los días, unos cuantos días, unos pocos días, lo que cada cual pueda, solos o en compañía, con el mensaje de la paz; paz siempre, guerra nunca.

A continuación, guardamos un minuto de silencio por Palestina. Detrás de mí tres señoras cuchicheaban algo sobre lo desmejoradas que veían a otras dos señoras que había frente a nosotros. El activista que llevaba la cuenta del tiempo de silencio dio por finalizado el minuto con el grito ¡Visca Palestina lliure! Todos respondimos ¡Visca! Después dimos un fuerte aplauso y se dio por finalizada la concentración.

Algunos se quedaron charlando en la plaza. Hubo apretones de manos y abrazos de alegría entre personas que no se veían desde hacía  tiempo. Los que portaban las dos banderas palestinas que presidieron el acto las doblaron y las guardaron en una bolsa de plástico de un conocido supermercado. Dimos media vuelta y caminamos hasta el primer bar. Nos tomamos una cerveza, fuimos a casa, cenamos, vimos algo de televisión y nos acostamos.

Supe de Pepe Beunza el año 1987. Participó en un mitin de Iniciativa per Catalunya, la nueva y rutilante marca del ya por entonces desteñido comunismo catalán. Fue durante la campaña electoral de las elecciones locales. Carmen -mi amor, mi amiga y mi compañera de vida- era la candidata a la alcaldía y, por consiguiente, la encargada de dar el mitin. Tenía veintiún años cumplidos.

Aquella mañana, junto a Beunza, también estuvieron el exsecretario General del PSUC, Gregorio López Raimundo, y su esposa, la escritora, periodista y activista Teresa Pamias. El lugar del mitin fue el mismo en el que ahora, casi cuarenta años después, vimos de nuevo a Beunza, impenitente, invencible, perseverante, convencido de la causa a la que ha dedicado su vida, la paz.

Todavía recuerdo algo de lo que nos dijo al centenar de personas que habíamos asistido: “si en este parque se instalase un carro de combate” nos explicaba,  el ayuntamiento organizaría la visita a su interior, para que todos, sobre todo los niños, fascinados ante el juguete hecho realidad,  conociesen por dentro cómo funciona esa terrible máquina de matar. Si en lugar de un carro de combate encontrásemos en el parque una pareja haciendo el amor, inmediatamente alguien llamaría a la policía local y les detendrían por escándalo público."

Ayer, mientras intentaba dormir, apareció desde el rincón de la memoria, como agazapada, “Sueño con serpientes”, una canción de Silvio Rodríguez que en aquellos años escuchaba y cantaba, a menudo, junto a Carmen, y que empezaba con unos versos de Bertolt Brecht declamados por el cantautor cubano: 


“Hay hombres que luchan un día y son buenos. 
Hay otros que luchan un año y son mejores. 
Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. 
Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”
 

Sueño con serpientes, con serpientes de mar,
con cierto mar, ay, de serpientes sueño yo.
Largas, transparentes, y en sus barrigas llevan
lo que puedan arrebatarle al amor.
 
Oh, la mato y aparece una mayor,

oh, con mucho más infierno en digestión.
 
No quepo en su boca. Me trata de tragar
pero se atora con un trébol de mi sien.
Creo que está loca. Le doy de masticar
una paloma y la enveneno de mi bien.
 
Oh, la mato y aparece una mayor,
oh, con mucho más infierno en digestión.
 
Esta, al fin, me engulle. Y mientras por su esófago
paseo, voy pensando en qué vendrá.
Pero se destruye cuando llego a su estómago
y planteo con un verso una verdad.
 
Oh, la mato y aparece una mayor,
oh, con mucho más infierno en digestión.

12 comentarios:

Belén dijo...

Si me dijeran pide un deseo,
Preferiría un rabo de nube,
Un torbellino en el suelo
Y una gran ira que sube.
Un barredor de tristezas,
Un aguacero en venganza
Que cuando escampe parezca
Nuestra esperanza.

Si me dijeran pide un deseo,
Preferiría un rabo de nube,
Que se llevara lo feo
Y nos dejara el querube.
Un barredor de tristezas,
Un aguacero en venganza
Que cuando escampe parezca
Nuestra esperanza

AUNQUE FUERA UN DESASTRE CLIMÁTICO... Te quiere siempre. Belén

El Pobrecito hablador del siglo XXI dijo...

Hola Belén. Creo que lo escribí en la entrada anterior: La esperanza es el placebo del humilde. Por eso, quizá prefiero esa canción más realista de Silvio, a la que cantas en el comentario, muy lírica, igualmente bella y célebre, pero con un regusto de irrealidad, onírico que flota sin pisar la tierra

No soy pacifista, como Beunza, aunque admiro su tesón y empatizo con su causa.
A Hitler le derrotaron las armas y la valentía y el sacrificio de millones de jóvenes. Sería menos cruento obligarle a detener el genocidio a Israel. Sólo es necesario el aislamiento internacional y el bloqueo económico y militar, pero EEUU no está por la labor.

Un abrazo muy fuerte, Belén.

Belén dijo...

Por supuesto querido. Toda la razón. Yo ESPERO un tornado. Tú SUEÑAS con serpientes. Ambas cosas son metáforas... creo. Y por tanto irreales y oníricas. Y creo también, que no solo es estados unidos quien no está por esta labor, desgraciadamente. Un abrazo

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

La canción de las serpientes creo que es la mejor metáfora que se ha hecho nunca del sistema en el que vivimos, que es más o menos soportable gracias a canciones como el rabo de nube
¡Salud, Belén!

Orlando dijo...

Y también ,
hacerle mirar
a Hamás , que
con terrorismo
sólo se complica
las cosas, antes
del siete de
octubre de hace
dos años, nada
de esto estaba
ocurriendo,y
si, soy de los
que creen que
ya está bien.

J.C. dijo...

Decía mi abuelo que había estado en dos guerras (el desastre de Annual y la civil) y que las dos las había perdido y que había comprobado que las guerras nunca las ganaba el pueblo. Estas reflexiones me hicieron ser partidario de la paz. Ahora bien, tengo que darte la razón en que hay ciertos seres que arrastran con ellos a pueblos enteros y solo se les puede vencer por la fuerza de las armas. Netanyahu solo entiende el lenguaje de las armas. No estoy de acuerdo con Orlando en que antes del 7 de octubre no pasaba nada de lo que pasa ahora. Pasaba, con mas baja intensidad y mas camuflado, pero viene pasando desde 1948.
Gracias por tu prosa reflexiva.
J.C.

Orlando dijo...

Bueno ,
pongamos
entonces,
que hasta
el siete de
octubre que
Hamás actuó
lo que hicieron
era dar
intensidad,
en vez de
rebajarla.

El Pobrecito hablador del siglo XXI dijo...

Palestina tiene derecho a la legítima defensa. Desde finales del XIX, y con el apoyo de Gran Bretaña, y más tarde EEUU, Israel ha ido invadiendo y ocupando sistemáticamente tierras que no le pertenecen.
Lee la historia de Palestina y no tardarás en darte cuenta de que con los palestinos se ha cometido la mayor infamia de la historia contemporánea. Si alguien me quiere echar de mi casa, yo me defiendo.

El Pobrecito hablador del siglo XXI dijo...

Antes de 1948 la estrategia fue de ocupación demográfica masiva y compra de tierra por parte del lobby judío inglés, con la cobertura de las leyes del protectorado. La historia de Palestina es la historia de una infamia al más puro estilo inglés.

¡Salud, J.C!

El Pobrecito hablador del siglo XXI dijo...

Legítima defensa, Orlando.

Orlando dijo...

Terrorismo
a fin de
cuentas .

El Pobrecito hablador del siglo XXI dijo...

¿Cómo hubiera juzgado la historia a la comunidad judía de Europa si se hubiera organizado contra el nazismo y hubiese defendido su derecho a la vida con acciones armadas?

Me gustaría que llamásemos a todo por su nombre. Espero que nunca nos veamos en la tesitura de tener que matar para que no nos maten