Vengo del tiempo para ver y para hablar de nuevo. De lo que me parezca. De lo que me venga en gana. Yo sí estoy de vuelta de todo. Vengo buscando a Dolores, por si no se ha olvidado de mi. Vengo a conocer al hombre nuevo del siglo XXI. Vengo a vivir las vidas que quise vivir pero que no existían. A eso vengo.
jueves, 23 de octubre de 2014
Eternamente
Maestro, hoy lloro tu ausencia. Tus criaturas y el mundo que habitan siempre van conmigo Eternamente Ramiro Pinilla.
¡Qué lástima que se lo (re)descubriera tan tardíamente! Con lo que les sucede en España a los escritores muertos... esa inacabable travesía del desierto... A mí cuesta Dios y ayuda ir haciendo entrar ciertos nombres en las cabezas de mis alumnos... ¡Son tantos! Los escritores desatendidos, quiero decir. Abrazos!
Y seguramente tantos los buenos que han terminado por desistir después de toda una vida de trabajo,desanimados, asqueados, que permanecerán inéditos. Ahora, eso sí, locutores/as famosillos/as y todo aquel que sea vendible de careto o tenga cierta trayectoria mediática, esos, a vender.
Un grande. Descanse en paz
ResponderEliminar¡Muy grande!
ResponderEliminarEmpezó tarde, pero le cundió muchísimo
ResponderEliminarLa obra de Pinilla es fecunda, coherente,profunda y perdurable. Pero más allá de la obra y del autor, el hombre es irrepetible.
ResponderEliminar¡Salud Lansky!
Te he dedicado un nuevo árbol muerto en mi último post al hilo de tu comentario y, ya puestos, en memoria del irrepetible R.P.
ResponderEliminarEres la hostia Lansky.
ResponderEliminarMuchas gracias amigo
Un abrazo
¡Qué lástima que se lo (re)descubriera tan tardíamente! Con lo que les sucede en España a los escritores muertos... esa inacabable travesía del desierto... A mí cuesta Dios y ayuda ir haciendo entrar ciertos nombres en las cabezas de mis alumnos... ¡Son tantos! Los escritores desatendidos, quiero decir.
ResponderEliminarAbrazos!
Y seguramente tantos los buenos que han terminado por desistir después de toda una vida de trabajo,desanimados, asqueados, que permanecerán inéditos. Ahora, eso sí, locutores/as famosillos/as y todo aquel que sea vendible de careto o tenga cierta trayectoria mediática, esos, a vender.
ResponderEliminar¡Salud, Ana!