Vengo del tiempo para ver y para hablar de nuevo. De lo que me parezca. De lo que me venga en gana. Yo sí estoy de vuelta de todo. Vengo buscando a Dolores, por si no se ha olvidado de mi. Vengo a conocer al hombre nuevo del siglo XXI. Vengo a vivir las vidas que quise vivir pero que no existían. A eso vengo.
martes, 18 de diciembre de 2007
Photo shop
Pero yo, que siemrpe he sido revolucionario, progresista, liberal y abierto a la modernidad (Sí: se puede ser todo eso a la vez. Aquí me tienen) también quiero jugar a las mentiras y me he convertido, por un día, en falsificador de poemas, sin photo shop, sin tijeras, sin erramientas del diablo, sin zoom digital ni pixeles. Tan solo voy a detener, voy a hacer pausa en un verso y voy a dejar el resto del poema sin leer. Voy a crear, así, un poema diferente del que el autor escribió. Voy a dejar escrita una realidad diferente a la que el poeta cantó.
Estos 6 versos que escribo a continuación son de Raymond Carver, de su libro "Todos Nosotros". El poema en cuestión se llama "El regalo"
Empezó a nevar en plena noche. Húmedos copos
contra las ventanas, la nieve cubriendo
las claraboyas. Estuvimos mirando un rato, sorprendidos
y felices. Contentos de estar aquí y en ningún otro sitio.
Cargué la estufa y ajusté la temperatura.
Nos fuimos a la cama, cerré enseguida los ojos
Estos 6 versos podrían ser una bonita felicitación de Navidad, por ejemplo. O, también, una preciosa acuarela hogareña, llena de afectividad y calidez. 6 versos que, en cualquier caso, nos hacen sentir bien porque nos trasmiten sosiego, calma y seguridad; nos transmiten felicidad
Pero en realidad, lo que canta el poeta en el poema completo, sin photo shop, es esto
Empezó a nevar en plena noche. Húmedos copos
contra las ventanas, la nieve cubriendo
las claraboyas. Estuvimos mirando un rato, sorprendidos
y felices. Contentos de estar aquí y en ningún otro sitio.
Cargué la estufa y ajusté la temperatura.
Nos fuimos a la cama, cerré enseguida los ojos.
Pero por alguna razón, antes de dormirme,
me acordé de aquella vez en el aeropuerto
de Bueno Aires, la tarde en que nos íbamos.
¡Qué tranquilo y desierto estaba todo!
Un silencio mortal salvo el ruido de los motores de nuestro avión
cuando salimos de la terminal
y rodamos por la pista bajo la ligera nieve.
Las ventanas del edificio estaban en penumbra.
No se veía a nadie, ni siquiera al personal de tierra."Parece
un alugar de luto", dijiste.
Abrí los ojos. Tu respiración me hizo ver
que estabas dormida profundamente. Te abracé
y salí de Argentina para recalar en el sitio
en que viví una vez en Palo Alto. No nieva en Palo Alto.
Pero tenía una habitación con dos ventanas que daban
a la autopista de Bayshore.
La nevera estaba al lado de la cama.
Cuando despertaba deshidratado en mitad de la noche
todo lo que tenía que hacer para calmar la sed era estirar la mano
y abrir la puerta. La luz interior me llevaba
hasta la botella de agua fría. Un plato caliente
en el baño, junto al lavabo.
Cuando me afeitaba, el cazo de agua borboteaba
junto al tarro de los granos de café.
Una mañana me senté en la cama, vestido, recién afeitado,
tomado café, aplazando lo que había decidido hacer. Finalmente
marqué el número de Jim Houton en Santa Cruz.
Y le pedí 75 dólares. Me dijo que no los tenía.
Su mujer se había ido una semana a Méjico.
Sencillamente no los tenía. Andaba muy justo
ese mes."Claro", le dije, "lo entiendo".
Y lo entendía. Hablamos un poco
más y colgamos. No los tenía.
Terminé el café, más o menos a la vez que el avión
se elevaba hacia la puesta de sol.
Me volví en el asiento para echar una última ojeada
a las luces de Buenos Aires. Luego mantuve los ojos cerrados
todo el largo viaje de vuelta a casa.
Esta mañana hay nieve por todos lados. Reparamos en ello.
Me dices que no has dormido bien. Te digo
que yo tampoco. Pasaste una noche horrible. "También yo".
Somos extremadamente cuidadosos y tiernos,
como si percibiéramos el desarreglo mental del otro.
Como si supiéramos lo que está sintiendo el otro. No lo sabemos,
claro. Nunca lo sabemos. No importa.
Es esta ternura lo que me importa. Es el regalo
que me sostiene y me hace avanzar.
El mismo cada mañana
En el poema entero no es Navidad ( o sí, que más da). Lo significativo es que al abrir el zoom, al ver el poema en su totalidad, vemos que alguien sobrevive, que alguien lo ha pasado, y lo está pasando, realmente mal, y que cada día que pasa es un riesgo que corre, una nueva oportunidad para caer de nuevo. Cerró los ojos en el verso 6 y al abrirlos, al final, vemos al poeta mojado en sudor y enfebrecido por la pesadilla con la que durmió toda una noche, una noche más. Si ella faltase, todo se derrumbaría. Aunque fuese navidad y la estufa estuviese cargada y nevase plácidamente al otro lado del cristal. Sin photo shop. La realidad.
Vuelvo mañana
jueves, 13 de diciembre de 2007
Viaje a la Luna
Volé a la luna con el primer viaje. Soy testigo de la primera huella y vi como a pocos metros de mí un hombre con escafandra clavaba la primera bandera en la tierra blaquecina (¿tierra?).
Después, todos se pusieron a saltar de contentos, como críos en un chiquiparc. Yo era consciente del momento histórico. "La immortalidad tiene sus ventajas", pensé.
Al poco, me invadió el ramalazo romántico (no lo puedo evitar) y alcé el rostro para ver la luminosa luna cortada entre nubes rasgadas. Y no la vi.
De vuelta a la tierra me prometí no volver a alunizar.
Vuevo mañana
martes, 11 de diciembre de 2007
La rotonda
Quiero conocer a ese hombre o a esa mujer y abrazarle. Quiero ofrecerle mi mesa, mi café, mi silencio, mi escucha. Quiero encontrar a sus amigos para insultarles. Quiero volver al momento y al espacio en el que tomó la decisión de salir de casa, a la calle, y recorrer
Y antes: quiero volver al momento de antes. A los días y semanas anteriores en los que, uno a uno, como fichas de dominó trucado, los imbéciles le dejaban de llamar, de escribir, de existir.
Y después, verle escribir su grito en letras grandes y hermosas, sin reproches sin odio, como un lamento necesario y permanente, difícil de borrar, como un clamor público; el desahogo para seguir respirando, para seguir viviendo en la esperanza de que alguno de los imbéciles que le dejaron en la estacada quizá lo lea y, quizá, pronto, sonará de nuevo el teléfono que yace en el rincón.
Justamente antes de que empezase a escribir la primera letra en la pared, en ese preciso instante, yo posaría mi mano sobre su hombro y le susurraría al oído, despacio, sin asustarle: “están aquí, contigo”. Y así, nunca, nadie, llegaría a leer la que fue su última frase.
Vuelvo mañana
miércoles, 5 de diciembre de 2007
Carboncillo 3 copias
Ayer casi muero de nuevo, una vez más. El poder del dinero, que nos hace y nos deshace, nos da la vida o nos la quita, como Dios. El dinero, que casi me obliga a inventarme otra vez. Ayer, todos los que vivíamos en bologspot.com corrimos serios riesgos para nuetras vidas. La cosa tiene guasa porque un juez ordenó cerrar ese servidor de blogs gratuito a instancias de una causa abierta por varias marcas comerciales. Estas marca - catalanas - se veían perjudicadas por una campaña de boicot contra sus productos lanzada mediante blogs particulares residentes en blogspot por varios energúmenos organizados (la edad media en la era virtual).
Y tiene guasa porque uno puede permitirse la libertad de abrir todo tipo de productos virtuales con contenidos xenofobos, racistas, machistas, terroristas, nazis, homófobos, etc… y no le va a pasar nada. Pero si tocas la pela, amigo, entonces pisaste mierda.
Y más (colateral): parece que algunos jueces españoles todavía escriben con papel carbon, tres copias y utilizan manguitos y bisera, como en la covachuelas de mis tiempos, allá por el siglo XIX. No tienen ni la más remota idea de como funciona esto del mundo global, esto "del" internet.
En fin, soy quien soy, un día más, elpobrecitohabladordelsigloxxi , hasta que Freixenet, Codorniu, El Banco de Santander, Coca-Cola, IKEA, Sony, Repsol o el Vaticano (por nombrar algunas grandes marcas) tengan a bien.
Vuelvo mañana
lunes, 3 de diciembre de 2007
El derecho a decidir (de las narices)
Que los dos primeros se lleven el agua a su molino y pongan por delante del cabreo general el “derecho a decidir” (como si no tuviésemos ya ese derecho) no me extraña nada. A CiU le han salido las 3 CIRSAS con la “mani”, j usto un par de semanas después de que Mas presentase bajo ese mismo lema su nueva oferta nacionalista. Lo de CiU es puro teatro, Hamlet, siempre jugando a ser y no ser, pero ahora con el agravante de haber gobernado durante 23 años, 4 de los cuales (los últimos) con una financiación record en los tiempos en que Aznar hablaba catalán en la intimidad (¿Dónde está el dinero? ¿En qué lo emplearon? ¿Se hicieron las 100 familias catalanas de siempre esos años más ricas? ¿Alguien puede explicar este misterio?)
Vuelvo mañana